viernes, 7 de julio de 2017

LAGAN 12

12


En otros tiempos Lily se habría quedado quieta al escuchar la voz del amo que la domino por años, pero ella no era la misma, esta vez por instinto comenzó a dar patadas hacia atrás, tenía que defenderse, tenía que luchar. Pero no sirvió de mucho, Thomas era más alto y más fuerte que ella.

—Vuelve a intentarlo y te castigare Lilith —advirtió Thomas. Ese tono siempre tan calmado y correcto la enfermaba. Thomas no era de los que perdían la compostura tan fácilmente, era frío, calculador, y aterrador al mismo tiempo. Cuando él aparto la mano de su boca, intento gritar para pedir ayuda, pero un arma contra su cabeza la hizo detenerse. Miró a Rhona en el suelo, seguía inconsciente. Escucho sonidos de pasos aproximándose, contuvo el aliento, un segundo hombre apareció. Era alto, demasiado alto, musculoso, moreno, cabello largo y negro como las alas de un cuervo, sus ojos no la miraban a ella, estaban clavados en Rhona, y cuando los vio cambiar de color entontes lo supo… él no era humano.
—¿Seguro que tienes a la bruja controlada? — pregunto Thomas, el desconocido no contesto, se arrodillo junto a Rhona en el suelo.
—¡No la toques! — grito ella tratando de acercarse para defender a su amiga, pero Thomas la mantuvo en su lugar. El desconocido entonces la miró. Lily se quedó quieta, ahora estaba segura que no era humano, sus ojos eran de un gris color humo, pero ante ella cambiaron a un verde claro. Al instante ella se sintió rígida, no podía mover ni un musculo.
—Tienes a una fiera ahí Thomas— se burló el desconocido. Si ella concluía perfectamente, el hombre era un druida. Sus amigas les habían contado detalles de todos los seres paranormales. Los únicos capaces de usar magia eran, los brujos y los druidas.
—Demasiado, al parecer voy a tener que mostrarle de nuevo quien manda— El druida la miró una vez más, antes de regresar su mirada a Rhona. En su mente Lily trato de llamar a Lagan, pero simplemente era como si la unión con él se hubiera cortado de alguna manera o no hubiera existido jamás.
—No podrás comunicarte con él— informo el druida, él había girado a Rhona para que quedara boca arriba —Tengo una salvaguarda de protección sobre este lugar, tus pensamientos están bloqueados, el balrog no podrá comunicarse contigo—
—¿Por qué haces esto? — demando saber —Eres un ser mágico, son tu gente, los estas traicionando— el desconocido se puso de pie con Rhona en brazos. Pero no contesto a su acusación.
—Querida Lily, eres tan ingenua— dijo Thomas contra su oído. le soltó la cintura y camino para estar delante de ella —¿Por qué crees que hace esto? Es evidente, el dinero todo lo puede comprar, le advertí a esos malditos que no me hicieran enojar— mirando por encima del hombro de Thomas, Lily vio la cara del desconocido y por su mirada supo que Thomas estaba equivocado, él no estaba haciendo esto por dinero, había algo más.
—Tenemos que movernos, la bruja puede despertar— informo el druida caminando hacia la puerta. En el momento que el salió de la habitación Lily recupero la movilidad de su cuerpo. Pero su libertad no fue por mucho tiempo.
—Pon las manos en la espalda— Ella obedeció, tenía que hacer todo lo que él le dijera por ahora, si hacia algo mal, entonces la vida de Rhona podría estar en peligro, apretó los labios, <<la vida de mis hijos también>> ¿Qué haría Thomas si averiguaba que estaba embarazada? temiendo por sus hijos no nacidos decidió guardar el secreto y no actuar por ahora, tendría que esperar el momento oportuno.
Thomas le ato las manos y bruscamente la tomó del brazo, tropezó la primera vez cuando él violentamente la arrastraba hacia la puerta.
—¿A dónde nos llevas? —
—¿Te has vuelto más estúpida estando con esos anormales? ¿desde cuándo le explico algo a mis juguetes sexuales? — Lily pensó que saldrían de la bodega, pero no fue así, donde habían estado instantes antes era solo una habitación. Esto era un edificio abandonado, olía a humedad, las paredes estaban casi derrumbándose, pedazos de techo estaban esparcidos por todos lados, escombros de muebles impedían el paso. Thomas la guio a una escalera, un piso más arriba mientras el druida iba cargando a Rhona.
—¿Qué vas a hacer con ella? — grito, pero el druida actuó como si no la hubiera escuchado.
—Tranquila querida pronto lo sabrás— contesto Thomas. Mientras más pisos subían y más tiempo pasaba sin comunicarse con Lagan, Lily temió lo peor. Se les cayó el alma a los pies. Al parecer, al final Thomas conseguiría vengarse. Lagan no llegaría a conocer a sus hijos. Los finales felices no eran para ella. ya lo había temido, pero tontamente se había permitido creer que en esta ocasión sería diferente.  ¡Lagan! ¡Lagan! Sollozó Lily en una súplica silenciosa. Pero nada. No hubo respuesta.
Para horror de Lily, cada vez que subían un piso, el lugar se volvía más aterrador, llegaron a una habitación, era tan oscuro que le dio la sensación de que la hubieran arrojado a las profundidades del infierno. Se encendió una luz y Thomas apareció ante ella, sosteniendo una lámpara de aceite y con una expresión tan satisfecha que deseó poder borrarle la sonrisa de la cara.
—Esperaremos aquí un momento— Lily miró a su alrededor, no podía ver mucho, pero alcanzo a ver a Rhona sobre una mesa, el druida la estaba atando. Thomas la tomó por la barbilla con violenta fuerza y la obligo a mirarla. —Préstame atención cuando te hablo— en otra ocasión Lily habría bajado la mirada ante esa orden. Pero no ahora. Lo miró con todo el odio del que fue capaz de expresar.
—No me volveré a someter a ti— Él sonrió.
—Ya veremos si piensas de esa manera cuando estés muriendo de hambre y de sed— echó la cabeza hacia atrás y empezó a reír. —¿Todavía tienes esperanza de que alguien te encuentre? — se burló. Lily respiró con dificultad, reunió la poca saliva que tenía en la boca y le escupió. Él se limpió la saliva de la cara, lívido de rabia le propinó una bofetada. Ella cayó rodando al suelo y se alejó de él.
—¡Eres el diablo en persona! —
—Tú lo sabes bien, por lo que se te gustan los demonios ¿no? —
—¿Cómo supiste donde encontrarme?
—Hay muy pocas cosas que se escapan de mi conocimiento— explico el con toda calma. El druida le dijo algo al oído antes de salir, Thomas asintió —Disfruta de tu soledad por el momento. Es de lo único que vas a disfrutar en mucho tiempo, llegando a nuestro destino comenzaremos de nuevo con tu entrenamiento, así que reflexiona sobre tus circunstancias y comienza a cambiar tu actitud—
—¡Eres un maldito! — grito Lily tratando de levantarse, pero con las manos en la espalda era misión imposible.
—Dime algo que no sepas querida —rio él con regocijo. —Ya tenía planeado un ataque contra Covenant desde hace tiempo, por tu culpa tuve que adelantar mis planes, así que me he de divertir contigo por las molestias que has causado— Lily le miró horrorizada.
—Ellos cuentan con magia que tu cerebro no puede llegar a imaginar, no podrás hacerles daño—
—¿Estas seguras de eso? —Entonces sonriendo se fue, dejándolas sumidas en la oscuridad total, Rhona seguía inconsciente temió que estuviera muerta. Intento luchar contra sus ataduras, pero fue inútil, frustración y miedo la invadieron, Lily gritó y comenzó a sollozar.

***

Lagan enterró sus garras en las piedras del muro que se habían desprendido, al instante las duras rocas se convirtieron en polvo cuando sucumbieron a su fuerza. ¿Qué estaba sucediendo? Instantes antes Lagan estaba hablando con Uther sobre el daño en el muro, cuando sintió el terror de su compañera, intento comunicarse con ella por su enlace mental, pero al momento siguiente ella se había marchado. No estaba ahí. Era como si jamás hubiera estado enlazado a su mujer. Como si nunca hubiera tenido una compañera. Su unión estaba rota ¿Cómo era posible?
—Lagan ¿Qué ocurre? — todos se habían apartado de él cuando Lagan libero a su demonio. Su bestia quería sangre, algo le había pasado a su mujer.
—Ne… necesito volver— jadeo, ni siquiera podía respirar, necesitaba controlar a su demonio antes de que él tomara el control. Nadie estaría a salvo si eso ocurriera. Su balrog arrastraría con todo y con todos por encontrar lo que le estaban arrebatando.
Dominando el pánico, se dijo que no había nada de lo que preocuparse. Lo más probable era que…. No, no tenía que engañarse, esto no era normal. No había explicación para que de repente su unión se hubiera roto. Un escalofrío le recorrió su espalda. Magia. Aquí había magia de por medio.
En ese momento se abrió un portal en la muralla, no le importaba si era casualidad o no, Lagan salto, tenía que llegar a su compañera, ni siquiera le importaba si los demás lo seguían o no.
—¡Lily! — intento nuevamente su enlace mental, pero no funciono. El portal lo guio directamente a la sala de reuniones del edificio administrativo. Todo estaba destrozado, la gran mesa y las sillas estaban hechos pedazos a los extremos de la habitación, como si hubieran sido lanzados contra las paredes y se hubieran quebrado por el impacto, la alfombra estaba cubierta de pedazos de cristales por las ventanas rotas.
—¡Por la diosa! ¿Qué ha pasado aquí? — pregunto Odar a su espalda.
—Fue Rhona— Lagan miró por primera vez a Seamus, el anciano era el maestro druida más antiguo, a su lado se encontraba la anciana Thara, la bruja líder del aquelarre de Rhona.
—¿Qué quieres decir que Rhona hizo esto? — pregunto Kai.
—¿Dónde está mi compañera? —  él no podía creer que Rhona le hubiera causado ningún daño. Y se negaba más a creer que ella hubiera podido dañar a Lily. Aunque la prueba de que su mujer había estado aquí seguía en el aire.
No fue ella Lagan— Seamus hablo en su mente, leyendo sus temores.
—¿Qué ocurrió entonces? — demando saber en voz alta, quería que los demás escucharan, evitaría perder el tiempo de explicar las cosas dos veces. Cerro sus garras en puños. Sangre. Su demonio quería sangre. Quería cazar. Su compañera embarazada estaba en peligro…
—Rhona fue atacada— explico la vieja Thara —No sabemos cómo fueron cruzadas nuestras salvaguardas, pero creemos que este druida pudo llegar a Rhona, gracias al contacto que tiene ella con los humanos, en especial con Alfred James—
—Esperen un maldito segundo ¿Alfred es un traidor? — demando saber Odar
—¿Qué druida? — pregunto Lagan al mismo tiempo.
—El humano no es traidor— explico Seamus — Rhona hace enlace con muchos humanos, para investigarlos, en especial aquellos a los cuales está seleccionando para entrar en Covenant, con el único que habla directamente es con Alfred. Como sea, esos enlaces siempre dejan un puente, un hilo que ese druida aprovecho para llegar a Rhona y atacarla directamente—
—Esto no tiene sentido ¿Por qué uno de los tuyos atacaría a Rhona? —pregunto Odar frustrado, Lagan estuvo de acuerdo, ¿porque alguien de su pueblo atacaría a Rhona…? a menos que….
—Ese druida es un enemigo— concluyo Lagan. Seamus asintió.
—El no pertenece a mi clan— Afirmo Seamus.
—¿Cómo que no pertenece a tu clan? Es un druida— Odar estaba perdiendo la paciencia, se acercó amenazante a Seamus, el anciano no parecía preocupado por el estallido del vampiro.
—Él no está en el pacto— explico Thara —Jamás ha estado en Covenant—
—¿Cómo es eso posible? Toda criatura mágica siempre ha estado aquí, hemos nacido aquí. una vez que nuestros antepasados firmaron el convenio, nunca a nadie se le permitió marchar—
       —Mi abuelo me contó una vez cuando era niño que su padre le narro la historia de cómo algunos se negaron a firmar — Lagan no había pensado en eso hasta ahora —¿Es verdad? — cuestiono a los ancianos.
—Creemos que es así— asintió Seamus.
—Además, creemos que en la época de la guerra existieron criaturas paranormales que se negaron a luchar, que lograron ocultar quienes eran a los humanos, jamás supimos de su existencia y continuaron viviendo como humanos— eso también tenía sentido. Pero ahora mismo no tenía tiempo para reflexionar en eso.
—Necesitamos encontrarlas— dijo Lagan —¿Qué podemos hacer? Él enlace con mi compañera es como si se hubiera roto—
—Él está intentado hacerte pensar que está muerta— explicó la anciana —Rhona me envió un mensaje justo antes de que él tomara control de su mente y sus poderes—
—¿Qué te dijo? —
—El humano que se cree dueño de tu compañera está detrás de todo esto, no sabemos cómo, pero trabaja con el druida— Lagan rugió con rabia. Todos dieron un paso atrás. No sabía cuánto tiempo más podría mantener el control.
—Ten calma Lagan, la encontraremos, tal vez no podemos rastrear al druida, a Rhona o a tu compañera, pero seguro podemos dar con un político humano corrupto, las ratas como él siempre dejan un rastro que seguir— la anciana Thara intento tranquilizarlo. Lagan no tenía tiempo para conversar. Había llegado la hora de actuar. Como si le hubiera leído la mente, llego Edom y un grupo de oficiales.
—Tenemos una pista de donde se encuentra Thomas— Lagan supuso que los ancianos debieron de haberlo informado de la situación con anterioridad. —Los hombres están esperando tus órdenes, Lagan—
—Abriremos un portal— dijo Seamus.
—Iremos contigo —se ofrecieron Kai y Odar.
—Uno debe quedarse aquí, debemos seguir lidiando con el ataque a la muralla— por más que quisiera lanzar a toda criatura mágica contra Thomas para recuperar a su compañera, tenía que ser sensato, no podían dejar a Covenant vulnerable.
—Yo me quedo— se ofreció Kai. —Sé que la encontraras amigo, mantén la mente clara—  Lagan asintió.
El movimiento de hombres que se presentaron para ayudarlo era impresionante, agradecía a cada uno de sus amigos por ayudarlo. A través del portal fueron enviados doce hombres, él entre ellos. El anciano druida le dijo que en esa zona alrededor habían averiguado que había movimientos, más a ciencia cierta no podrían asegurar en que parte estaban Lily y Rhona.
En su mente comenzó a buscar frenéticamente a su compañera, pero nada, no percibía nada, Se le aceleró el corazón. Cada minuto que pasaba era primordial, estaba preocupado por su mujer, quien sabe de lo que era capaz de hacerle ese hombre. Lagan cerró los ojos para protegerse del dolor que le provocaban esos pensamientos
—Hay que separarnos, cubriremos más terreno si nos dividimos — comento Lagan, todos estuvieron de acuerdo.
—Iremos contigo— dijo Edom junto a Odar —No temas Lagan, encontraremos a tu mujer—
—Asegúrate de que todos los hombres estén armados y equipados con radios, que nos avisen al menor avistamiento de actividad —indicó Lagan
—Así se hará —dijo Edom, alejándose con rapidez. Lagan miró a Odar.
—Tengo que encontrarla—
—Lo sé— dijo su amigo —Hazlo, yo te cubro— si no podía escucharla en su mente, solo había una forma de hacerlo. Cerrando los ojos, dejo que su demonio se hiciera cargo, aunque el lazo entre ellos parecía roto, Lagan estaba seguro que no lo estaba, la magia del druida era poderosa, pero la unión de sangre entre compañeros era sagrada. Por lo tanto, más fuerte y ninguna magia por más poderosa que fuese podría contra ello. Lagan completo su transformación, su bestia estaba furiosa, quería venganza, mataría. Abrió sus sentidos a todo. Los olores, los ruidos, los movimientos… entonces lo consiguió… un ligero olor a Lilium… era apenas imperceptible, pero era algo. Lagan rugió. El recuperaría a su mujer, los duros rasgos de Lagan y sus labios apretados auguraban horribles consecuencias para ese maldito humano que se había atrevido a secuestrar a su compañera embarazada

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