sábado, 8 de julio de 2017

LAGAN 13

13


Lily gimió. Según sus cálculos llevaba horas en esa habitación, aunque bien podrían parecer días. Tenía hambre y sed.  Podía soportar el hambre, pero la sed era casi insoportable. Tenía los miembros entumecidos y el dolor era atroz, además, tenía frío. Ni Thomas ni ese druida habían vuelto, pero escuchaba movimientos fuera de esa habitación. Rhona seguía en el mismo estado, ni un solo movimiento o sonido habían provenido de parte de su amiga, se había arrastrado hacia ella y por lo menos se tranquilizó al darse cuenta que respiraba. Era una respiración débil, pero seguía viva.

A lo largo de las horas, los pensamientos de Lily se habían vuelto multitud de veces hacia Lagan. La imagen de él bailaba ante sus ojos, el cuerpo esculpido de su demonio invencible, fuerte y poderoso. Incluso ahora, con el hambre y la sed mortificándola, era capaz de cerrar los ojos y recordar la fuerza de sus brazos y su rostro. Ningún hombre debería ser tan guapo como su compañero. Cuanto había llegado a amarlo y en tan poco tiempo.  Y esa era la razón por la que Lily estaba siendo fuerte, por él, fueran cuales fuesen los planes de Thomas Lily tenía que resistir, lucharía y sobreviviría para tener la posibilidad de regresar con el hombre que amaba. En otro tiempo habría bajado la cabeza y aceptado su destino. Pero Lagan le había enseñado algo, y sobre todo le había inyectado esas ganas de vivir.
Después de la desesperación inicial, Lily había meditado sobre su situación, si no quería que ese asqueroso de Thomas llevara a cabo sus planes con ellas, tendrían que salir de allí.
Lily siguió trabajando en desatarse las muñecas, pero era inútil, los nudos estaban muy apretados, movió las piernas para aliviar el dolor y la incomodidad del duro suelo, hizo una mueca cuando un pedazo de baldosa le corto una pierna, Lagan le había regalo cientos de vestidos y faldas, si salía de esto con vida hablaría con su compañero sobre la prioridad de que una mujer tuviera por lo menos un par de vaqueros en su armario… contuvo el aliento, Lily se miró la herida pensativamente y luego observó el azulejo con atención. Si su cerebro no hubiera estado perturbado por el miedo, la respuesta al problema se le hubiera ocurrido antes. Seguro que si el azulejo era lo bastante filoso como para cortarle la piel también serviría para cortar las ligaduras que la ataban.
Llevada por la desesperación, Lily se lanzó por ella, cayó pesadamente sobre su costado, sus costillas protestaron, ignorando el dolor del impacto, se arrastró lo suficiente para alcanzarla, con dificultad a causa de sus manos atadas a la espalda la tomó. El primer intentó acabó en fracaso. Pero no se daría por vencida, por mucho que le dolieran los brazos estaba dispuesta a liberarse, sin apenas prestarle atención al dolor y al cansancio, volvió a empezar el delicado proceso de rasgar la cuerda que le ataban las muñecas.
Transcurrieron horas, o al menos eso es lo que le pareció a ella, antes de que notara que se aflojaban un poco. Más animada, renovó sus esfuerzos. Entonces, milagrosamente, se rompieron las ataduras y las manos quedaron libres. El dolor que vino a continuación fue intenso y debilitante. Sus brazos dolían por haber estado horas en la misma posición. Lily estuvo a punto de desmayarse. Las lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas. Pero no tenía tiempo para ponerse en posición fetal y lamentar su suerte, tomando una respiración profunda, se obligó a si misma a componerse. Poniéndose de pie torpemente, llego a un lado de Rhona intentó despertarla, fue inútil, tenían que salir de ahí. Ni en un millón de años ella podría cargar a su amiga por mucho que Rhona fuera más bajita que ella. pero no podía abandonarla.
—Rhona… despierta— Nada, la piel de su amiga estaba helada al tacto. La puerta se abrió de repente. Thomas entro en la habitación seguido de varios hombres vestidos con trajes. El rostro de Thomas se oscureció al darse cuenta que ella se había liberado.
—Ya saben que tienen que hacer— ordeno. los hombres asintieron y se acercaron hacia ellas, lucho cuando un hombre la aparto del lado de Rhona y otro más la tomaba en brazos.
—¡No la toquen! — grito, pateo el hombre que la tenía sujeta, él la libero con un gruñido, pero no pudo ir bastaste lejos. Thomas la alcanzo.
—¡Te tengo!  —gritó Thomas con triunfo cuando agarró a Lily por el cabello —Lilith ya bastante paciencia he tenido contigo, no me hagas perder los estribos, debemos regresar a casa, así que tienes que comportarte si no quieres empeorar tu castigo— Lily escupió en la cara de Thomas. No tenía intención de ir a cualquier parte con el psicópata. Thomas podría matarla aquí antes de que ella fuera con él a cualquier parte.
Thomas gruñó y lanzó a Lily contra la mesa donde Rhona había estado antes.  Lily gimió a causa del dolor que le provocó el golpe, se deslizó hasta el suelo.  Pero antes de que pudiera averiguar exactamente dónde le dolía, Thomas le dio una bofetada en la cara. Sangre roja brillante fluía de su boca, Lily se limpió la boca con el dorso de su mano y después fulminó con la mirada a Thomas.
—Muérete Thomas. Yo no voy a ninguna parte contigo—
—Parece que mi pequeña mascota se olvidó quién es su amo —dijo Thomas golpeando a Lily de nuevo. Lily trató de arrastrarse lejos, sentía su cabeza dar vueltas y su cuerpo magullado por el dolor —Parece que tengo que enseñarte tu lugar de nuevo Lilith— Lily recordaba cuando había llegado a Thomas por primera vez y las cosas que le había hecho en nombre de enseñarle su lugar. Los castigos, los insultos, las humillaciones… ¡Absolutamente no! ella no volvería a pasar por eso nuevamente. La vena cruel que corría a través de Thomas era uno de los principales motivos por los que Lily escapó. Forzaría a Thomas a matarla antes de que se sometiera a eso de nuevo.
Lily había experimentado lo que era la vida lejos de ese monstruo.  Había experimentado el amor, la risa, la amistad, la aceptación y la libertad.  No iba a volver al oscuro mundo que había vivido antes. No volvería a estar de rodillas ante ese maldito. No iba a hacerlo. Lily se negó a renunciar a todo lo que había ganado desde que conoció a Lagan.
Con renovadas fuerzas se puso de pie y corrió. Oyó a Thomas maldecir mientras se apresuraba detrás de ella. El pecho de Lily empezó a doler mientras corría tan rápido como podía. No sería capaz de mantener la carrera durante mucho tiempo. Se quedaría sin aliento pronto.
—Te vas a arrepentir cuando te atrape, Lilith — Si Thomas le capturaba, lo más probable es que Lily lo pagaría muy caro. No podía verse debilitada por el hombre de nuevo. Jamás podría regresar a lo que fue, no después de haber vivido maravillosos días al lado de Lagan, sería imposible. Lily entro por una puerta que sabía que daría a unas escaleras, se había gravado el camino cuando ellos las arrastraron ahí. Lily sabía que tenía que escapar, pero no estaba bien consigo misma si abandonaba a Rhona, pero no tenía la menor idea de adonde la habían llevado. La mejor esperanza que tenía, era conseguir ayuda.
Lily siguió corriendo hasta quedarse sin aliento. Sus fuerzas la estaban abandonando, grito cuando Thomas la alcanzo, ella comenzó a luchar. El pánico la invadió, arañó y mordió en un intento desesperado de hacer que su captor la liberara. Ella no iría con Thomas a ningún lado. Prefería mil veces estar muerta. <<Lo siento Lagan. Te amo>> sabía que el pensamiento no llegaría a su compañero, pero aun si estaba despidiéndose.
—Maldita perra— Thomas la tomó por el cuello con ambas manos y comenzó a asfixiarla. Su suerte había acabado, por falta de aire todo su cuerpo comenzó a fallarle, perdió el equilibrio.  incapaz de respirar y con todos los huesos del cuerpo doloridos, Lily supo que era el fin. Justo cuando estaba cayendo en la inconciencia, el valioso aire que necesitaba para vivir llego a sus pulmones, Thomas ya no la sostenía, cayó al suelo tosiendo y tratando de jalar aire a sus pulmones, sus ojos estaban nublados, pero un grito aterrador proveniente de Thomas la hizo esforzarse en mirar lo que ocurría. Algo muy grande y rojo estaba encima de Thomas, Lily sabía que era. Sonrió. el balrog que era su compañero estaba furioso. <<él está aquí>> su compañero había venido por ella… por ellos… Lily se llevó una mano a su vientre en gesto protector y luego ya no supo nada más.

***

Su balrog no se tranquilizó hasta que estuvo realmente seguro que ese maldito humano no volvería a tomar oxígeno en su vida. Dudaba que pudiera hacerlo, no estando despedazado en mil partes a sus pies. Thomas estaba irreconocible. No había podido evitarlo, ni se arrepentía de haber matado a la escoria. Nada lo habría podido detener tampoco, ya estaba incontrolable al estar buscando a su compañera, y verlo maltratándola le había llevado hasta la locura. Ahora tenía que tranquilizarse no quería asustar más a su mujer. Obligo con todas sus fuerzas a su balrog a retirarse. Su demonio protesto, deseaba reclamar a su compañera, deseaba sentir el vínculo de nuevo. Pero eso no podría ser posible ahora. Primero tenía que atender a Lily.
Buscando en la habitación miró a su mujer. Se le aceleró el corazón y el miedo lo propulsó hacia delante.  Dando traspiés por la habitación, cayó a su lado de rodillas, pronunciando suavemente su nombre. Al ver que ella no contestaba la recogió en sus brazos y la abrazó.  Estaba demasiado fría, tan helada como la muerte, y temió haberla encontrado demasiado tarde.  Un grito de angustia salió de su garganta mientras la mecía contra sí. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas, suplico a la Madre Naturaleza que la salvara. No podía perderla. No podría vivir sin ella. Si perdía a Lily, Lagan tendría que ser sacrificado, sería un peligro para los demás ya que su demonio enloquecería de dolor.
Entonces, milagrosamente, un suave suspiro salió de sus labios. Atreviéndose a tener esperanzas de nuevo, le apartó el cabello de la pálida cara y la miró fijamente.  Tenía la piel casi pálida, más de lo normal, los párpados de color púrpura, y los labios lívidos. Pero estaba viva. Deseaba cubrirla con algo, pero al cambiar a su forma balrog toda su ropa había sido destrozada.
Levantó a Lily con cuidado en sus brazos y comenzó a bajar el resto de las escaleras. No tardaron en reunirse con él varios hombres. 
—¿Está...? —
—Vive —dijo Lagan con voz ronca— Aunque casi muere de frío. Necesito llevarla inmediatamente a Covenant— Odar se desprendió de su chaqueta y se la echó encima a Lily para abrigarla. Su demonio protesto, no deseaba el olor de otro hombre en ella, pero su lado racional dijo que era necesario.
—El anciano druida mantiene el portal abierto— informo Odar.
—¿Rhona? — habían encontrado a Rhona justo cuando unos hombres la subían a un vehículo. Todos sus hombres atacaron mientras el rastreaba a su compañera.
—Se la han llevado, el aquelarre de brujas se está encargando de ella, sigue inconsciente— Lagan miró a su compañera.
—Hay rastros del druida? —pregunto. Odar negó con la cabeza.
—Seguiremos buscando— afirmo Odar con contundencia. Lagan asintió con la cabeza
—Tengo que llevarla al sanador— Lagan quería unirse a la búsqueda de ese maldito traidor, pero su compañera era lo primero —Mi compañera está embarazada— añadió con voz grave temía por la vida de sus hijos 
—Todo estará bien amigo, tu compañera es más fuerte de lo que parece — Dijo Odar, —Avisare que estén preparados para recibir a tu mujer— Lagan se juró en silencio que, si Lily se recuperaba sin consecuencias, la cuidaría mejor. Lily se removió y la acercó más hacia sí, abrazándola más fuerte, calentándola. Emprendió el camino hacia el portal, al otro lado ya lo estaban esperando, el portal lo guio directamente fuera de su casa. Lagan agradeció eso. Caminando a toda prisa subió con su compañera llevándola directamente a su recamara. El ligero peso de Lily no era nada para él. Dos mujeres druidas lo siguieron con expresión grave y la preocupación reflejada en sus rostros.
Lily estaba tan quieta que Lagan temía por su vida.  Tenía los labios azules, la cara pálida y el pecho apenas se movía cada vez que respiraba.  Si fuera capaz de insuflarle a ella su propia vida, lo haría. Dejo a su compañera en la cama, se apartó a regañadientes para que fuera revisada por las sanadoras. Lagan les informo de la condición de embarazo de su mujer. Ellas asintieron y siguieron trabajando bajo su atenta mirada.
—Tu compañera es fuerte Lagan— le dijo Haye.
—¿Cómo se encuentra? —preguntó sin más. Si sucedía algo malo era mejor saberlo de inmediato.
— Lily todavía mantiene a los niños. Es una buena señal, tu compañera es una mujer decidida.  Debes mantenerla en cama durante quince días.  El resto queda en manos de la Madre Naturaleza— por primera vez en horas Lagan sintió que podía respirar con normalidad.
—Así lo hare—
—Le hemos dado una poción que aliviara el dolor— informo —también tendremos que aplicarle un ungüento para sus lesiones externas, pero primero tendremos que limpiarla, los humanos contraen infecciones fácilmente—
—Yo lo hare— dijo. Lily era suya y sería él quien la cuidara. La mujer druida asintió.
—Te dejaremos con tu compañera, si necesitas algo llámanos— él les agradeció, Una vez que hubieron desaparecido, Lagan fue a llenar la bañera con agua caliente, regreso a la habitación y con mucho cuidado, le quitó la ropa. maldijo ante todas y cada una de las contusiones que desfiguraban su precioso cuerpo y lamentó fervientemente no poder resucitar a Thomas y hacerle sufrir tanto como había sufrido su Lily. Cuando la hubo liberado de la ropa, la llevó a la bañera y la metió cuidadosamente en el agua. Lily abrió mucho los ojos y gritó. Lagan, asustado, se quedó paralizado.
—Todo está bien mi amor. Estas a salvo—Lily lo miró fijamente, boqueando sin decir nada, mientras intentaba salir de la bañera. Lagan la sujetó con mano firme. Ella parecía confundida, pero, aun así, se abrazó fuertemente a él y comenzó a llorar. Ella balbuceaba palabras que él no podía entender con claridad, pero no importaba, estaba agradecido de tenerla de nuevo en sus brazos y sabía que ella necesitaba desahogarse.
Pensé que no volvería a verte— dijo ella en su mente. Lagan sintió que las emociones lo invadían, pero se controló.
—También estaba aterrorizado mi amor— aterrorizado era poco. Lagan jamás había sentido ese terror en su vida. —Pero estas conmigo ahora, todo estará bien—Cuando estuvo más tranquila se separó de ella.
 —¿Quieres algo de beber? —Lily asintió con la cabeza. Lagan fue rápidamente a buscar un vaso de agua, regreso y lo sostuvo contra sus labios para que pudiera beber. Bebió unas gotas y sacudió la cabeza como si estuviera demasiado agotada para tragar.
—¿Dónde te duele? —preguntó dejando el vaso a un lado. —Lily, todo estará bien, estás conmigo ahora, cuidare de ti—Ella palideció y se llevó las manos al vientre. Al ver por primera vez sus muñecas magulladas, Lagan rugió por la afrenta. Le cogió las manos con cuidado, levantándolas para poder verlas mejor. Lily cogió aire de golpe.
—¿Qué te hizo ese bastardo? — pregunto con furia.
—¿He perdido a los bebés? —preguntó, preocupada. Lagan se acercó y le beso tiernamente en los labios, saboreando su sabor.
—Ellos tan bien mi amor— ella se derrumbó contra la bañera con evidente alivio.
—¿Te encuentras mejor con el agua caliente? —
—Ya no tengo tanto frío— Lily suspiró—¿Y Rhona? —
—Ya no tienes la piel fría. Ya es hora de que te metas en la cama, Rhona estará bien, hablaremos de eso más tarde —declaró él, cogiendo una esponjosa toalla del estante —¿Puedes levantarte? —
—No. Tengo los pies entumecidos—
—Rodéame el cuello con los brazos y sujétate fuerte—indicó Lagan. con un ágil movimiento la sacó del agua y la envolvió con la toalla. Luego la llevó a la cama y se tomó el tiempo en secarla con mimo, después le puso una de sus camisetas y la ayudo a meterse en la cama. Alguien le había llevado comida, Lily insistía en saber que había ocurrido, pero primero Lagan la hizo comer algo. Ella protesto, pero él se mantuvo firme.
Cuando estuvo satisfecho al verla comer, aunque fuera poco, Lagan la ayudo a ponerse cómoda contra las almohadas y se sentó en el borde de la cama, mirándola fijamente.  No sabía cómo abordar el tema, pero sabía que tenía que hacerlo para su propia tranquilidad mental. No es que fuera a modificar las cosas, nada de lo que pudiera haberle hecho Thomas a Lily iba a conseguir degradarla ante sus ojos.
—Mi amor —empezó — No tienes porqué entristecerte entrando en detalles, pero quiero saber todo lo que Thomas te hizo y te dijo— Una Lily de aspecto somnoliento le sonrió.
—Hay un druida con él —dijo Lily —¿Cómo es posible que alguien de tu pueblo los traicione así? — Lagan tomó su mano, necesitaba ese contacto.
—No sabemos quién puede ser o porque está haciendo esto, pero lo estamos averiguando, me temo que la única que puede arrojar luz en el asunto es Rhona, esperamos que despierte pronto—
—No lo atraparon entonces— concluyo ella.
—Solo había humanos ahí, Odar y Kai se quedaron a buscar—
—Él es peligroso Lagan—
—Lo sé, lo encontraremos— A Lily se le cerraron los párpados. Lagan se levantó, consciente de que, en ese momento, ella necesitaba dormir, más que hablar.
—No, no me dejes—susurró Lily estirando el brazo. —Acuéstate a mi lado. Necesito saber que estás aquí. Háblame hasta que me duerma— Lagan accedió con entusiasmo.  La cama crujió cuando él subió y la rodeó con sus brazos.  Abrazar a Lily era algo que tenía planeado hacer muy a menudo en el futuro. 
—Él no me violo— dijo Lily contra su pecho —No lo habría permitido, estaba dispuesta a pelear, jamás volvería ser su juguete— Lagan beso su frente
—Eres la mujer más valiente que conozco— Lo dijo sinceramente, Lagan no la había visto luchar, pero las marcas de su cuerpo demostraban que ella había peleado por defenderse y Aunque los sentimientos de Lagan por Lily no hubieran sufrido ningún cambio si Thomas la hubiera violado, supo por instinto que a Lily le hubiera importado y que él habría sentido su dolor tan intensamente como ella.  — Estoy muy orgulloso de ti compañera, estás otra vez conmigo, donde perteneces, y no me importa nada más
Te amo Lagan —murmuró Lily en su cabeza medio dormida. Lagan sintió que el alma regresaba a su cuerpo, su enlace estaba de vuelta en su lugar.

—Yo también te amo, compañera —le susurró al oído. Luego empezó a hablar en tono suave y relajante de los planes que tenía para el futuro. Un futuro juntos. Poco después de que ella se durmiera Lagan se negó a alejarse de su lado, cualquier cosa podía esperar, lo más importante ahora era su compañera… su familia. Pensó colocando una mano protectora contra su vientre. 

6 comentarios:

  1. Definitivamente me ha encantado, gracias por este maravilloso capitulo nena :*

    ResponderEliminar
  2. Me encantò sabia que cuando Lagan encontrara a Thomas lo destriparia. No soy sanguinaria pero cuando se lo merecen no lo veo mal. Me gusta mucho este libro estoy esperando con impaciencia a que llegue el proximo capitulo.

    ResponderEliminar
  3. goreeeee yeah
    sufriste thomas... aunque lagan fue piadoso

    ResponderEliminar