lunes, 10 de julio de 2017

LAGAN 15

15


Semanas después...

       Lagan clavo su mirada en cada uno de los miembros presentes en la reunión, hubiera querido no llegar a esto, pero estaban en alerta roja. Desde el incidente del ataque a la muralla, Lagan y el Concejo habían decidido manejar las cosas discretamente, el que un druida fuera el responsable de todo esto podría perturbar a su pueblo. Pero ya era suficiente, tenían que actuar, no podían seguir permitiendo que sus muros siguieran siendo afectados. No es que hubiera muchos daños gracias a las salvaguardas, pero, esto estaba alterando a su gente y fomentando un odio más intenso hacia los humanos.

       El ataque tal vez podría ser orquestado por humanos, pero cabía la posibilidad que ese druida estuviera manipulándolos a todos. Mientras no se aclarará este asunto, tenían que prevenir a su pueblo. Así que, por primera vez en la historia, se había convocado a cada líder de cada clan para alertarlos del peligro. Las reacciones de cada rostro eran contradictorias, Después de todo a ellos también les había costado creer que uno de los suyos podría ser el responsable de esta situación. Pero al menos habían tenido más tiempo para asimilarlo.
Lagan y el Concejo o al menos la mayoría del Concejo otorgaron tiempo para procesaran todo este asunto. Rhona seguía aislada. Se había descubierto que de alguna manera su mente y la de ese druida quedaron conectados de alguna manera. La primera vez que Rhona había intentado abandonar el aquelarre y la protección de las brujas, le había provocado inminente dolor. Había entrado en trance y perdido el conocimiento.
       Las brujas habían actuado rápido y cuando Rhona recobro el conocimiento les comento que él, nuevamente había invadido su mente, pero ella se había preparado para ello, así que, aunque él era más fuerte que ella, Rhona había conseguido algo… un nombre. Drake. Al menos ahora tenían un nombre y un rostro para identificar al enemigo.
       —Esto es imposible— Bean lanzo la carpeta sobre la mesa, él era el representante del clan felino.
       —¿En serio? Fíjate que no lo habíamos pensado— Kai respondió con sarcasmo desde su silla sin mirar al shifter león, él se encontraba con los ojos cerrados y los brazos cruzados, bien era sabido que ellos no eran especialmente amigos. Bean enfureció, pero ignoro a Kai.
       —Nadie de los nuestros haría esto— señalo Scott, líder de los duendes
       —¿Están seguros? — pregunto Akir, y así cada representante comenzó a cuestionar lo que ellos estaban afirmando. Lagan se puso de pie, tenía que dejar las cosas claras antes de que todos perdieran la cabeza, sabía que era difícil de asimilarlo, pero tenía que enfrentarse con la verdad, aunque fuera dolorosa o imposible de creer. Una creatura paranormal intentaba destruir Covenant.
       —Sé que es difícil de creer— levanto la mano para callar las protestas de Gaara. Ese balrog generalmente cuestionaba todo lo que Lagan decía, disfrutaba llevándole la contraria. ¿había algún problema entre los representantes de los clanes contra los miembros del concejo? se suponía que deberían de llevarse mejor, después de todo eran de la misma raza, pero al parecer el que hubiera una enemistad era como una regla o un requisito, Kai no se llevaba con Bean, Odar siempre quería matar a Uther, Fergus jamás le dirigía la palabra a Abhainn, a menos que fuera estrictamente necesario. Vika aseguraba que Solangel era una perra en vez de hada. La única excepción a la regla era Rhona, respetaba demasiado a la anciana Thara.    —Pero no les informaríamos esto a menos que fuera necesario, entramos en alerta roja, el druida llamado Drake es peligroso, mantuvo un ataque directo contra la Concejal Rhona, es el principal responsable del ataque a la muralla— Explico.
       —También creemos que es principal orquestador detrás de la mala fama de Covenant, tenemos pruebas que en los últimos meses se ha aumentado la enemistad de los humanos hacia nosotros— comento Kai.
       —Tenemos manifestantes en las puestas diariamente, agresiones verbales y programas de televisión dedicados a satanizar a nuestras razas— agrego Odar.
       —Esto no estaría sucediendo si no fuera por la terquedad de ustedes de introducir humanos— agrego Gaara con furia. Lagan apretó los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos, estaba a punto de saltar sobre el otro balrog cuando le llego a través de su enlace una ola de calma proveniente de su compañera. Últimamente sus emociones estaban muy sincronizadas. Lo cual era bueno, su enlace era más fuerte que nunca.
       —No tienes derecho a juzgar lo que nosotros creemos que es lo correcto— se enfrentó Fergus —Somos el Concejo, por lo tanto, tomamos las decisiones que creemos correctas, si no te interesa tener la posibilidad de encontrar a tu compañera, muy bien, evita a los humanos que vengan, déjanos hacer nuestro trabajo y haz tu el tuyo, habla con tu gente y prevenlos de esta situación— Gaara estaba furioso, pero guardo silencio.
       —¿Qué es lo que se espera que hagamos? —pregunto Tauren. Agradeció la intervención del centauro, de esa manera pasaron a la parte importante, informar a su pueblo de todos los cambios que tenían que realizar con el fin de proteger Covenant. Lagan deseaba que terminara rápido esta reunión, hoy era un día especial, en sus labios se formó una sonrisa, no podía evitarlo, siempre sucedía cuando pensaba en su compañera. <<poco, falta poco>>

***

       Lily estaba muy emocionada, pero tenía las manos heladas, estaba tan nerviosa que jamás había sentido tanta ansiedad o expectativa en su vida. Una vez más, se miró en el espejo de cuerpo completo que hacía poco las hadas se lo habían regalado. Sonrió. A pesar de la aversión inicial por parte de la mayoría de los seres paranormales, poco a poco había sido aceptada entre los clanes. Todavía quedaba uno que otro que estaba receloso en cuanto al tema de que los humanos eran de fiar. Pero estaban trabajando en ellos. Después de la ceremonia de hoy, Lily seria oficialmente uno de ellos y gracias a Vika y Jen había logrado conocer a la mayoría de los clanes, como Rhona no se encontraba en plena forma para volver a sus funciones, Jen, Vika y ella, se estaban ocupando del tema de la selección de humanos que entrarían en Covenant, en una semana más o menos llegaría el primer grupo. Esperaba que por el bien de todos esto saliera bien. Negó con la cabeza, tenía que dejar de ser negativa. Todo estaría bien. Estaban trabajando muy duro para que todo funcionara, no se darían por vencidas tan fácilmente. Ella quería que más mujeres y hombres humanos experimentaran la felicidad que ella había encontrado aquí, por esa razón había adoptado este proyecto de manera personal, era la primera humana aquí, así que le tocaba presentarse como una embajadora o algo así.
       Hoy era un día de felicidad, así que haciendo a un lado sus preocupaciones decidió revisar nuevamente su conjunto, deseaba que todo estuviera perfecto. sonrió aún más, al contemplar la imagen que le devolvía el reflejo, nunca se había visto tan elegante como se veía ahora.
Para la ocasión, Lagan le había obsequiado un hermoso vestido de gasa y seda color blanco, bordado con hilos dorados. Era hermoso, se moldeaba perfectamente a su figura. El escote pronunciado terminaba justo en el comienzo de sus pechos y destacaban las suaves cumbres y su cuello de cisne. Por debajo del escote un lazo color dorado era el comienzo donde el vestido tomaba vuelo para ajustarse a ser un vestido premamá.
Se llevó una mano a su pronunciado vientre. Lagan no había mentido, este embarazado iba demasiado rápido. Y eso asustaba mucho a Lily, no quería perder a sus bebes. En su última revisión, mientras ella se colocaba bien la ropa, había escuchado a la sanadora decirle a Lagan que tenían que mantener mucho cuidado, que al ser ella humana no sabían los riesgos que eso conllevaría para su embarazado.  Lily se había molestado mucho por el hecho que la mujer le dijera eso a su compañero a escondidas de ella, Lily era la embarazada por lo tanto tenía todo el derecho a saber si algo iba mal.
       Desde entonces Lagan prometió no guardarle ningún secreto con respecto a nada. Ni con respecto a Covenant, Ni a su salud, ni a todo lo que involucrara su vida juntos. Para disculparse sinceramente incluso prometió que de ser necesario le contaría todos los secretos confidenciales que trataban el concejo y él. ¡Oh sí! Lagan era el mejor con las disculpas. Pero ella no necesitaba saber a lujo de detalle todo lo que conllevaba Covenant. Solo deseaba la sinceridad de su compañero. Eran pareja, por lo tanto, era la obligación de ambos ser sincero con el otro.
Como su vientre estaba demasiado abultado y ya comenzaba a dolerle la espalda, Lily se había decidido por unas zapatillas sin tacón, además había sido una buena decisión, Vika le aseguro que una vez que llegara a terreno sagrado, se tendría que quitar los zapatos para caminar descalza.
Lily había estudiado durante varios días las costumbres y los ritos de los druidas. No quería cometer ni un solo error y terminar ofendiendo lo que era siglos de tradición. La mayor creencia de los druidas y de todos en general era la naturaleza. Por lo tanto, cualquier influencia de tecnología cerca de la zona sagrada estaba prohibida. Y aunque algunos otros clanes se habían adaptado a estos tiempos modernos, no era lo mismo con los druidas. Ellos tenían un lema, La Madre Naturaleza da todo lo que un ser puede necesitar. Y hasta ahora lo seguían fervientemente.
Por esa razón, Lily ni siquiera llevaba su reloj de pulsera, aunque era un instrumento muy básico desde hacía muchísimos años, ellos todavía usaban reloj de arena o sabían la hora del día gracias a la posición del sol. Siguiendo la idea de que todo tenía que ser natural, su cabello había sido recogido en un moño flojo, adornado de varias florecillas diminutas, teniendo apenas algunos pocos mechones caían sobre su nuca descubierta. Al quedar su rostro despejado, los delicados rasgos de Lily tomaban protagonismo.
       —Soy el hombre más afortunado del mundo—sus ojos inmediatamente fueron hacia su compañero. Lagan estaba recargado contra el marco de la puerta. Su sonrisa era enorme.
       —Yo soy la afortunada de tener a un compañero tan apuesto y tan atento conmigo— Últimamente ellos se habían acostumbrado a manejarse casi siempre con sus pensamientos, tal vez era a causa del tiempo que su unión quedo bloqueada, como fuera, su necesidad de siempre estar en contacto con el otro era demasiada. Lily sin duda no quería volver a pasar por eso nuevamente. Se había sentido tan sola sin él o sin esa conexión tan necesaria.
       —Debemos irnos— le informo Lagan tendiéndole la mano para guiarla. Lily tomó una respiración profunda antes de caminar hacia su compañero. Él iba vestido completamente de blanco, se veía atractivo, sexy… comestible. Apretó los labios cuando Lagan enarco una ceja. Su compañero sentía a través de su enlace su deseo. Los achaques del embarazo habían sido relativamente pocos, dejando de lado los pocos mareos o las náuseas matutinas ella se encontraba relativamente bien, a excepción por el hambre que tenía constantemente y no era de comida precisamente. Con las hormonas revolucionadas gracias a los gemelos, Lily deseaba sexo constantemente y a todas horas. Y su compañero estaba más que complacido de satisfacer todas sus necesidades.
       Lily tomó tímidamente la mando que su compañero le ofrecía, no sabía muy bien cómo explicarlo, pero cada que se tocaban de alguna manera algo sucedía, hasta el aire que respiraba le parecía más dulce. Sus palmas parecían desprender chispas al menor contacto. Entre ellos siempre se encendían las ansias, la expectativa, el deseo…
       —¿Nerviosa? — Lagan la abrazo por la cintura para bajar las escaleras.
       —Te mentiría si no— quería ser sincera con él. Lagan le dio un beso en la sien.
       —No tienes nada de qué preocuparte mi amor, todo saldrá muy bien, es tu día— Lily sabía que tenía que tener confianza, pero aun así no podía dejar de sentirse ansiosa.
       A fuera los estaba esperando un vehículo todo terreno, Lagan le había dicho que no irían muy lejos, pero al llegar a determinado terreno los vehículos ya no podían pasar, así que tendrían que montar a caballo, lo que era preocupante porque Lily ni siquiera aprendió andar en bicicleta cuando era niña. Lagan la tranquilizo diciéndole que jamás permitirá que nada le sucediera, además ella no podría montar sola estando embarazada, iría con él. Eso sin duda fue un alivio, pero se planteó que en un futuro alguien le enseñara a montar, de hecho, últimamente había estado pensando en muchas cosas que ella nunca disfruto, ni en su niñez ni en su adolescencia, tendría que hacer una lista. Un sabio dijo una vez, que nunca era tarde para aprender y experimentar.
       En la espesura del bosque se encontraron a un par de ninfas que los estaban esperando, Lily les sonrió agradecida cuando ellas guiaron a un hermoso caballo blanco hacia ellos. Lagan se quitó los zapatos y monto primero, otro hombre la ayudo a su subir después, Lagan la coloco delante de ella acomodándola en su regazo. Lily se quitó las zapatillas y se las entregó a una de las ninfas agradeciéndole la cortesía que tenían hacia ella.
       —¿Lista? —Pregunto su compañero, ella asintió con la cabeza. —Deja de preocuparte, todo estará bien— Su tono confiado le ofreció un poquito de esperanza. Acurrucándose contra él, saboreó su olor, el calor de su cuerpo grande y la fuerza protectora de sus brazos. Nada podría hacerle daño ahora. Por lo que Jen y Vika le habían explicado, jamás en la historia de Covenant el libro sagrado del pacto que custodiaban los druidas había rechazado a nadie. Pero, aun así, ese libro emitía una especie de juicio cuando estabas delante de él. Tus intensiones de pertenecer al pacto, de trabajar con el pueblo y ser leal a tu gente tenían que ser sinceras o el libro te rechazaría. ¿Qué sucedería si ella no era digna? Ella no era un ser mágico como los demás. Era un humano. Un enemigo. Negó con la cabeza, tenía que dejar de ser negativa. Lagan jamás le pediría que hiciera algo en lo cual él pensara que estaba en peligro. Lagan era su futuro. Y ese futuro estaba aquí en Covenant, todo saldría bien, ellos estaban destinados a estar juntos.
       El nerviosismo y la ansiedad estrujaron el corazón de Lily a medida que el caballo deslizaba por el bosque y las colinas, avanzaban por la suave loma en la cual se erigía una inmensa fortaleza de piedra gris. Lily se enderezo para poder apreciar mejor el panorama. Era impresionante, con el atardecer de fondo, Lily podría asegurar que esta imagen seria digna para una pintura.
       Un cuerno resonó y el sonido cruzo el aire para anunciar su llegada. Minutos después los pesados portones de madera antigua se abrieron para darles paso. Un grupo de cinco personas con largas túnicas blancas los estaban esperando al pie de las escaleras de entrada del pequeño castillo. No sabía decir si eran hombres o mujeres, puesto los gorros de las túnicas cubrían sus rasgos. Sabia por instinto que el de en medio era el anciano Seamus, él era el líder del clan, y el guardián del pacto, era lógico que el encabezara la ceremonia.
       En su camino a encontrarse con ellos, aparecieron mujeres y niños, ellos también llevaban túnicas, pero no eran blancas, sus ropas eran sencillas e iban descalzos. A su paso las mujeres cantaban en un lenguaje que ella no entendía y los niños comenzaron a arrojarle flores. Lily se sintió tan emocionada que le dieron ganas de llorar. Esas muestras de afecto por parte del pueblo de Lagan siempre la conmovían. La mayoría la habían aceptado sin conocerla simplemente por el hecho de ser la pareja de su líder. Al llegar hacia el grupo de los cinco druidas Lagan detuvo el caballo, un hombre se aproximó hacia ellos y la ayudo a desmontar del caballo, Lagan inmediatamente desmonto tras de ella y tomó su mano, mientras el hombre de segundos antes se llevaba el caballo. El hombre de en medio bajo los escalones. Lily cambio su peso de un pie al otro, no estaba acostumbrada a estar descalza, pero admitía que el suelo no estaba helado como ella imagino, su inquietud era más una cosa de nervios.
       —Es el anciano Seamus— Le susurro Lagan cerca del oído.  Lily asintió, sus sospechas habían sido ciertas.
       —Bienvenidos— La voz del anciano fue la primera en oírse, la cual contribuyo a desmoronar un poco la tensión que sentía.
       —Gracias por recibirnos— Contesto Lagan, liberando su mano, y rodeándola por la cintura. —Tengo el honor de presentar a mi compañera predestinada Lilith— anuncio con orgullo. El anciano se quitó la capucha y la miró.
       —Eres bienvenida compañera de Lagan, en nombre de mi clan quiero decir que estamos muy contentos que nuestro líder haya encontrado a su predestinada, la Madre Naturaleza nunca se equivoca, en su infinita gracia nos proporciona el don de tener una compañera o compañero de por vida, seremos doblemente bendecidos si logramos encontrar a nuestra pareja a lo largo de los años, algunos no lo logran jamás— Lily sentía un nudo en la garganta.
       —Gracias anciano Seamus— pronuncio ella lo mejor que pudo. De repente sentía la garganta ceca. El anciano le sonrió. Después le hizo la seña a dos de los druidas que estaban detrás de él.
       —Lilith compañera de Lagan, te pido por favor que acompañes a estas mujeres, ellas te prepararan— Lily levanto la cabeza para encontrarse con los ojos dorados que tanto amaba.
       —Es parte del ritual cariño. Ve con ellas. Todo estará bien— dijo Lagan en su cabeza, ella asintió y tomó una respiración profunda. Miró a las mujeres las cuales ya estaban esperándola.
       —Estoy lista— anuncio, su voz había sonado tan suave que no había sido más que un débil murmullo. Pero aun así obligo a sus piernas a cooperar. Separándose de su compañero siguió a ambas mujeres dentro del edificio.
       Segundos después las mujeres la guiaron a una pequeña habitación. Aquella estaba iluminaba con velas y aromatizada con inciensos, ella no dijo ni una palabra, mientras las mujeres comenzaron a perfumarla con fragancias de flores mientras cantaban con palabras que no podían comprender, poco después recorrieron su cuerpo con los inciensos que estaban encendidos, en ningún momento ellas la tocaron, solo el humo la rodeaba. Le pareció una eternidad cuando al fin le ataron una cinta en la muñeca derecha, esta era de color dorado con bordados negros y rojos. Por primera vez noto que esta cinta era igual a la que Lagan llevaba en su muñeca, había estado tan nerviosa que no le había parecido importante, miró a las mujeres, ellas tenían cintas también en las muñecas, pero los colores eran diferentes, el de ambas era de color blanco con bordes marrones y amarillos. Si ambas eran druidas y ambas tenían los mismos colores, entonces llego a la conclusión que cada raza de seres mágicos tenia colores diferentes. Eso sonaba lógico, como el hecho que a ella le hubieran puesto los mismos colores de Lagan. Cuando estuvo lista las mujeres la guiaron a otra habitación.
       El nuevo salón donde se encontraba era muy amplio y estaba iluminado tan solo por velas y una enorme chimenea que ocupaba casi toda la pared. Pero lo realmente intimidante era la cantidad de personas presentes, Lagan le había explicado que personas de los distintos clanes de seres mágicos tenían que estar presentes, el pacto la conectaría con todos, por esa razón se necesitaba la presencia de varios testigos, más aun, ahora ella siendo humana, sería la primera humana en la historia en firmar el pacto. Eso sin duda era intimidante. Se quedó petrificada en la entrada, los muchos pares de ojos que la observaban la estaba poniendo nerviosa.
       —Mírame—Su mirada inmediatamente fue hacia Lagan. Él estaba esperándola junto al anciano Seamus. Él le dirigió una sonrisa tranquilizadora, por su enlace sintió la confianza que necesitaba para continuar. Todo a su alrededor desapareció, solo tenía ojos para su compañero, tomando valor, comenzó a caminar hacia el centro del salón. Al principio sus pasos fueron vacilantes, sentía las piernas como de gelatina. Pero no se detuvo, se obligó a acercarse un paso a la vez.
       Se detuvo cuando Lagan tomó su mano, sonrió cuando él se llevó la mano a sus labios y beso la palma de su mano. ¿Cómo no amar a este hombre?  
       —Lilith compañera del balrog Lagan— el anciano hablo llamando la atención de ambos. Con un asentimiento de cabeza hacia ella, él se giró hacia Lagan. —Lagan compañero de Lilith la humana— el anciano Seamus alzo ambos brazos —En este día no solo celebramos la unión sagrada de estos compañeros, sino la dicha que ahora Lilith formara parte de nosotros, y nosotros de ella— de tras de ellos se escuchó que todos respondían “Tha sinn aon”
       —Significa “somos uno”— le explico Lagan en su mente, intento no reír, ya decía que este enlace mental seria de mucha ayuda en situaciones como estas.
       —Hermana nuestra es hora de que seas parte de nosotros— El druida se hizo a un lado revelando un círculo de tiza dibujado en el suelo de piedra, en medio había un pentagrama con símbolos. Respirando Profundamente, soltó la mano de Lagan, cuadro los hombros y entró en el círculo. En medio del pentagrama había un estante dorado, en el cual había un libro. Era hermoso, Lagan, Vika y Jen se lo habían descrito varias veces, pero se quedaron cortos con su explicación, era hermoso, la cubierta era dorada, adornada con piedras preciosas, en medio estaba el escudo de Covenant, un circulo verde por el cual sobresalían tres óvalos de un color verde más claro con el borde dorado, en el cual se podría apreciar algunos diseños que ella no entendía que significaban, el circulo era el diseño de una especie de laberinto plateado adornado una esmeralda en el centro. No sabía porque, pero ella sentía que el libro tenia vida propia, podía sentir la energía que desprendía. Era sorprendente.
       Esperando que le dijeran que hacer, miró como el anciano espacia a su alrededor unas hierbas, mientras recitaba una especie de canto.
       Al instante unas llamas se encendieron alrededor del círculo, tres llamas la rodearon una roja, otra azul y una amarilla, entonces el libro delante de ella comenzó a brillar de un color purpura intenso.
       Como si algo la estuviera guiando, Lily se relajó, espero a que lo que tuviera que suceder, sucediera, espero hasta sentir el lazo que Lagan le describió, tenía que abrir su corazón mente, y esperar que se revelara lo desconocido. Cerrando los ojos, respiró profundamente hasta que sintió como las fuerzas de la naturaleza y el universo la rodeaban. Gritó a causa de la sorpresa y se puso rígida cuando una oleada de energía entró en su cuerpo. Un viento fuerte comenzó a soplar a su alrededor, la falda de su vestido revoloteaba sobre sus piernas delgadas, de pronto, todo se quedó inmóvil, abrió los ojos, ante ella el antiguo libro se abrió lentamente, con una luz dorada se abrió en unas páginas en blanco. A la derecha del libro se encontraba una pluma de ave la cual utilizaban en la época antigua para escribir, dada la situación y por el hecho que estas personas conservaban mucho sus tradiciones le pareció de lo más normal.
       Recordando las instrucciones que le había dado su compañero Lily tomó la hermosa pluma, colocando su mano izquierda en la página izquierda comenzó a firmar con su nombre en la página derecha. Cuando hubo terminado la última letra, el libro comenzó a brillar, quito la mano de inmediato con miedo, su palma había quedado plasmada en la hoja, de repente comenzó a brillar, La tinta de las letras comenzó a desvanecerse lentamente, entonces apareció el nombre de Lagan, fascinada observo como las letras se fundían en una sola. Un haz de luz la cegó, y así de pronto como todo había comenzado, todo termino, La resplandeciente luz se había ido, Lily volvió a sentir una peligrosa debilidad de las rodillas, pero al instante Lagan estaba ahí, frente de ella, sonriéndole y tomándola de las manos.
       —Bienvenida a Covenant mi amor— le dijo Lagan sonriendo, ella miró hacia el libro sagrado, estaba cerrado sobre el estante, el pentagrama había dejado de brillar y las velas estaban apagadas. A su alrededor se escuchaban los gritos de los presentes. <<Tha sinn aon>>
Una gaita comenzó a sonar y una lluvia de pétalos cayó sobre ella. Lily sonrió mirando a Lagan. había estado tan preocupada de no ser digna para estar aquí, ahora oficialmente era parte de ese pueblo, tenía a un compañero que amaba más que a nada y pronto tendrían familia.
       —Estoy en casa— susurro sin darse cuenta. este era uno de esos instantes en el que se podía mirar las cosas desde una nueva luz, sus miradas estaban conectadas, sus corazones sincronizados, en ese instante todo era perfecto, todo era mágico, en lo que todo lo externo dejo de existir y solo importaban ellos.
       —Te amo mi Lily— dijo solemnemente su compañero antes de besarla.

       Los rayos de luz del amanecer se filtraban a través de las ventanas iluminaban la habitación tenuemente, una suave brisa cálida mecía las cortinas entreabiertas y traían consigo el dulce perfume de las flores que cubrían las praderas de alrededor de la fortaleza. Después de los festejos de anoche, los druidas no permitieron que se marcharan, después de todo también celebraron su unión como compañeros así que les habían preparado una habitación en una de las torres de la fortaleza, teóricamente ayer se habían casado, pero al estilo druida y festejaron su noche de bodas. Lagan se había mostrado sorprendió, esto no era normal, los druidas no aceptaban que personas de otros clanes permanecieran más de lo necesario en su territorio, pero igualmente aceptaron el gesto de los druidas, su compañero señalo divertido que Lily tenia buena influencia en las personas, a lo cual ella no sabía a qué se refería.
       Lily se estiro en la cama y abrió los ojos, parpadeo sorprendida al ver a Lagan recostado a su lado, estaba apoyado sobre uno de sus codos, Lagan la observaba atentamente, se veía relajado, como si hubiera dormido una semana entera; esa mañana en particular sus ojos color dorado parecían resaltar y brillar más que nunca.
       —¿Llevas mucho tiempo despierto? — pregunto mientras estiraba su mano para colocarla en su mejilla, el atrapo su mano y antes de responderle, le beso sensualmente la cara interna de la muñeca, un estremecimiento de puro placer la recorrió.
       —No sé exactamente cuánto tiempo llevo despierto, pero en el momento que abrí los ojos, no he podido dejar de mirarte—Le respondió sin dejar de mirarla a los ojos sugestivamente, en su mano trazo un circulo con su lengua tibia en el mismo lugar donde segundos antes la había besado.
       —Eso debe ser una cosa muy aburrida de hacer buen señor— rio. Lagan no rio, la siguió mirando intensamente.
       —Es que mi buena señora, usted no ve lo que yo veo—
       —¿Y que ves? — quiso saber, hizo un gran esfuerzo para que su voz sonara con claridad, las cosas que Lagan le hacía y le decía inmediatamente la encendían. El aire se había atascado en sus pulmones.
Lagan recorrió con los dedos el lateral del rostro de su compañera, desde la sien hasta la barbilla, luego se dirigió hacia sus labios y recorrió sus rosados labios de un lado a otro con el pulgar, ella le sonrió y le beso la punta de los dedos con timidez y el corazón de Lagan bombeó con fuerza.
       —¿Sabes las posibilidades que existían que tú y yo nos encontráramos—
—Tú me encontraste— afirmo Lily — Cuando escape de… él— ellos habían acordado jamás volver a pronunciar el nombre de ese maldito humano —A lo más que aspiraba era a sobrevivir en las calles, en cambio un milagro ocurrió y estoy aquí ahora, contigo—Lily se llevó una mano a su vientre, Lagan coloco la suya protectoramente encima.
—Tu eres mi milagro Lily— Lagan inclino el rostro hacia ella, tan cerca que podía respirar su fragancia y susurro sobe sus labios —Mi dulce milagro—
—Te amo Lagan— alcanzo a decir Lily entre besos.
Lagan se estremeció, jamás se cansaría de escuchar esas dos palabras, ella lo amaba, no le alcanzaría la vida para agradecer la bondad y gratitud de la Madre Naturaleza, cada vez que él pensaba en el momento que se conocieron no dejaba de pensar que había sido una probabilidad de una en un millón. Pero aquí estaba, en la cama con su compañera embarazada, amándose. Se prometió a si mismo que ella sería lo primero y lo más importante en su vida mientras que respirara, entonces comprendió que incluso cuando dejara de existir en ese mundo seguiría amando por siempre a su compañera.

FIN




       Rhona se alejó de la ventana, había amanecido tan rápido y ni cuenta se había dado, la luz por encima del torreón seguía brillando, era tradición que siguiera así por lo menos veinticuatro horas. Lo cual les indicaba a todos que un miembro nuevo se había sumado al pacto. Rhona sonrió.
       —Bien hecho Lily— susurro. Su amiga ahora era parte de ellos y ellos de ella. sintió tristeza, le hubiera encantado estar ahí. Después de todo, la mano de Rhona tuvo que intervenir en un par de ocasiones para que ellos se encontraran. Agradecía al destino y a la Madre Naturaleza que la hubieran elegido para esta tarea. Ella deseaba que todos sus amigos encontraran a sus parejas. Merecían ser felices. El destino era importante, pero necesitaba ayuda de vez en cuando y ella estaba encantada de ayudar.
       Alejándose de la ventana se acercó a su cama, de un tirón aparto la colcha y arrugo las sabanas, así cuando la anciana Thara viniera a comprobarla pensaría que había dormido en su cama. Lo cierto era que Rhona no había dormido, ni ahí ni en ningún lugar. Rhona no dormía, no podía, pero no quería preocupar a nadie. Tomó una vela color lavanda del estante y se acercó a la mesita que tenía en una esquina, ya que no había podido asistir a la ceremonia de su amiga y Lagan, Rhona deseaba encender una vela por ellos, quería decir una plegaria por su felicidad y por la salud de sus hijos no nacidos. Era lo mínimo que podía hacer. Encendió la vela y cerrando los ojos intento concentrarse, de repente todo su cuerpo se paralizo, terror la invadió, dejo caer la vela mientras sentía como una sombra oscura se pegaba ella, abrió los ojos, sabía que no había nada en la habitación, pero un sentía a alguien pegado a su espalda, sosteniéndola por la cintura, mientras le susurraba palabras al oído…
      
CONTINUARA….



12 comentarios:

  1. Me encantó esta historia! Espero que la pareja siga apareciendo en las que siguen!Mmmm...Yo creo que sigue aquella que tenga como protagonista al veterinario o a su hermana!! La que en la serie ONE fue Alone!

    ResponderEliminar
  2. Oh por Dios... me encanto... Lamento el no haber podido comentar estos dos dias antes... pero tuve problemas con mi cell... Pero igual intenta leerte... Es una lastima que terminara la historia pero se que vendrán muchas más... Te adoro chica.

    ResponderEliminar
  3. Me ha gustado mucho.Estoy deseando leer la próxima.Gracias.

    ResponderEliminar
  4. Me encantò esta historia.Estoy imlpaciente por descubrir quien es tu proximo protagonista.Gracias.

    ResponderEliminar
  5. Una historia perfecta, me encanto, muy buena redaccion. Gracias por escribirla

    ResponderEliminar
  6. De nuevo te felicito me ha encantado, la historia, el esfuerzo que se ve para que salga perfecto todo. Y a tu pregunta pienso que sigue la historia con Rhona y por la trama todos los personajes seguirán teniendo un lazo en la historia. Sigue adelante.

    ResponderEliminar
  7. QUE BELLO!!! ESPERO QUE SUBAS PRONTO LA SIGUIENTE HISTORIA, ME QUEDE CON LA INTRIGA DE QUE VA A PASAR CON RHONA!!

    ResponderEliminar
  8. Wooow será que sigue la historia de rhona y dime Gaara es físicamente parecido al del anime de Naruto ya me lo imagine así jiji

    ResponderEliminar
  9. Me encantó espero el próximo que creo será de Rhona aunque me encantaría el de Odar ♡♡

    ResponderEliminar
  10. Me encantó!! Ahora a esperar la siguiente 😆

    ResponderEliminar