5
Lily sonrió mientras veía el
sueño de Lagan. Comparo su rostro con el rostro del demonio con el que se
encontró la primera vez, admitía que era como mirar el día y la noche, pero
ahora que podía apreciar los detalles de mejor manera, Lily se dio cuenta que
Lagan tanto en su forma humana o demonio tenía facciones duras, había algo feroz
en él. Algo que les advertía a todos que él estaba al mando aquí. Lagan era apuesto, seguía siendo tan grande y
tan robusto y bien construido, pero al menos ya no tenía las garras o los
dientes o cuernos y las orejas puntiagudas.
Estaba acurrucada al lado de
Lagan, él la mantenía sujeta fuertemente con sus brazos a su alrededor, incluso
en su sueño cada vez que Lily trataba de moverse, los brazos la apretaban. Lily
pensó que iba a estar aquí por un tiempo o por lo menos hasta que el hombre se
despertara, lo cual le daba tiempo para pensar.
Lily todavía no estaba segura
de todo lo que había pasado, tenía cientos de preguntas, ellos tenían que
hablar de muchas cosas, pero no se arrepentía de lo que había pasado, se había
permitido un acto de locura, nada comparado a lo que alguna vez logro intentar
en toda su patética vida. Tal vez no conociera a Lagan de nada, pero de una
cosa estaba segura, sabía que el hombre era fuerte, poderoso y posesivo como el
infierno. Si alguien podía mantenerla a salvo de Thomas, era Lagan.
Cuando se escapó de Thomas ella
no había aspirado más que a poder trabajar para comer y mantenerse oculta de
él, en cambio ahora estaba en la cama con un hombre extremadamente sobre
protector, apuesto y sexy que le había hecho el amor tan apasionadamente como
nunca nadie lo había hecho. Se sonrojo al pensar que deseaba volver hacerlo.
Lily abrió la boca y miró hacia
abajo, cuando Lagan hizo un pequeño ruido gruñendo y luego empujó más cerca su
nariz de su cuerpo. Lily frunció el ceño.
¿Estaba Lagan tratando de olfatearla?
Era extraño e incómodo, no le extrañaría que Lagan arrugara la nariz en
ese momento, Lily necesitaba un baño con urgencia. Lagan hurgó durante unos
minutos, presionando la nariz cada vez más cerca.
—Lagan…— rio cuando su nariz le
hizo cosquillas.
—No necesitas un baño amor,
hueles exquisitamente—
—¡Mentiroso! — Lily grito
cuando fue levantada de repente en el aire y fue puesta sobre el cuerpo de
Lagan. Cayó con las manos y las rodillas
a ambos lados del gran cuerpo de Lagan.
Todo el aire de los pulmones de Lily se precipitó fuera mientras miraba
hacia abajo entre su cuerpo y el de Lagan y vio al hombre sonriendo hacia ella.
—Yo jamás miento, eso sería
deshonroso— dijo con falsa molestia —Eres mi Lily, mi Lilium, hueles exquisito—
entonces Lily se dio cuenta de una cosa, que ella había pensado que necesitaba un baño porque apestaba… había pensado. ¿Cómo Lagan…?
Lagan buscó sus labios, él
podía sentir la ansiedad de ella, aunque siempre respetaba los pensamientos de
los demás, con ella le estaba resultando imposible, ya que ella misma empuja
esos pensamientos hacia él y aunque pudiera no quería bloquearlos, quería
conocer a su compañera y que ella lo conociera, tenía que enseñarle a manejar
este don tan maravilloso que les había sido otorgado por la Madre Naturaleza.
El poderse comunicar solo entre ellos sería especial… pero no era en una
conversación en la cual quisiera introducirse ahora mismo, a Lily le queda un
largo camino por delante, no sabía ni siquiera el diez por ciento de lo que
significaba ser la compañera de un balrog, mucho menos la compañera del líder
de Covenant. Ahora mismo no quería romper su burbuja de felicidad. Por
tradición, los balrogs se tomaban un periodo de veinticuatro horas para poder
disfrutar de su apareamiento y pensaba aprovecharlas. Una compañera era un
regalo que nunca había creído merecer y que jamás pensó encontrar en su camino.
Lagan los hizo girar
rápidamente para quedar encima de su mujer, recorrió su cuerpo y sus labios con
su lengua y sus dientes, los gemidos de Lily le indicaban dónde tenia tocar
para atormentarla. El deseo llegaba a un punto crítico, deseaba poseerla con
tanta fuerza, pero quería que esto fuera especial para ella, estas veinticuatro
horas sellaría un pacto de por vida para ellos y no podía permitir que fuera
menos que perfecto para su compañera.
Se apiadó de ella, y de sí
mismo, mientras apartaba las sabanas, luego se apartó para mirar a su mujer. La
vista era lo mejor que había visto jamás.
—Eres tan hermosa—musitó, con
voz ronca —Eres increíble, y me vuelves loco— Lily levantó los brazos, en
demanda, en súplica, y Lagan tiró de ella.
—Lagan— él acarició los
perfectos globos de sus túrgidos pechos, pellizcando los rosados pezones y ella
le recompensaba cada tirón, cada caricia, con un gemido. Y cuando deslizó la
mano hacia abajo para ponerla sobre su feminidad, la oyó gritar. Allí era donde
se unían, donde la invadía, donde ella recibía su semilla y si eran bendecidos
por la madre naturaleza la transformaba en la magia de la vida <<otra cosa de la que también tenemos que
hablar>>. Lagan tuvo que tragar saliva. Había esperado… Había soñado
tanto poder tener una familia. No podía creer que tuviera tanta suerte. Con el
paso de los años los acoplamientos verdaderos habían disminuido. Había
matrimonio entre parejas, pero no eran verdaderos compañeros, era más un
sentimiento de amor el que los unía, rara vez había hijos productos de esa
unión. A lo largo de su vida, Lagan había tenido sexo con varias mujeres, jamás
surgió el amor entre ellos y mucho menos habían concebido un hijo. Ahora la
divina providencia le había sonreído, no solo se estaba enamorando de esta
mujer… sino que su unión era verdadera.
Lily gimió y Lagan dejó escapar
un gruñido mientras introducía dos dedos en la humedad satinada de sus
exquisitos pliegues, abriéndolos, excitándose aún más con su aroma, con la
evidencia de su deseo.
—Lagan por favor… —
—Deja que te dé placer, que te
prepare. Aunque no puedo esperar mucho tiempo mi amor— Lagan se oyó a sí mismo
rugiendo como una bestia cuando su pulgar encontró el capullo escondido. Apenas
la había tocado cuando gritó su nombre, deshaciéndose entre sus brazos. Pero él
seguía moviendo los dedos, acariciándola por dentro y por fuera, chupando sus
pezones hasta que sintió que se cerraba sobre sus dedos de nuevo, el demonio
que había dentro de él enloquecía por su sabor, por su olor. Lily intentó
cerrar las piernas, sus ojos humedecidos y cautivadores.
—Lagan… te necesito—
—No, aún no. Llevo demasiado
tiempo hambriento de ti. Demasiado tiempo— al menos era lo que sentía ya que ni
siquiera habían pasado un par de horas desde que la había reclamado la primera
vez, ella asintió, en silencio, sus mejillas ardiendo mientras se abría para
él. Lagan se arrodilló ante ella, la sangre escapando de su cabeza para
concentrarse en su miembro. Apretando los dientes, se colocó las piernas de
Lily sobre los hombros, llenando sus manos con las firmes y sedosas nalgas.
—Mírame mientras te doy placer—
ordeno, Lily se apoyó en los codos, empujando las caderas hacia arriba para
poner sus labios femeninos contra los de él.
—Una belleza así debería estar
prohibida —murmuró Lagan, llevándola al borde del precipicio mientras escuchaba
la música de sus gemidos. Aquello era erotismo, intimidad y plenitud. Dudaba
que algún día se cansara de esto, renunciando a su banquete, Lagan volvió a
colocarse sobre ella aplastándola contra el colchón, marcando sus labios con un
beso para que saboreara su propio placer.
Lagan sintió que perdía la
cabeza. No quedaba nada de él más que la necesidad de ceder, de enterrarse en
ella por fin. Y lo hizo, colocando la punta de su miembro en la entrada,
estimulándola, bañándose en su néctar, conteniéndose para no empujar.
Lily gimió, arqueándose hacia
él para estar más cerca, y Lagan se rindió del todo mientras se enterraba
profundamente en ella. Parecían hechos el uno para el otro, como si fuera
imposible encontrar una mujer que se ajustase tan perfectamente como ella.
Lagan la acarició, vacilante cuando su rostro se convulsionó en una mezcla de
éxtasis y agonía. Se perdió dentro de ella, profundizando sus embestidas.
—¡Sí! — Su grito de bienvenida
hizo que empujase con más fuerza, sintiéndola temblar debajo de él, oyendo sus
gemidos y sus incoherentes palabras. Parecía brillar de placer, cada centímetro
de su cuerpo una obra de arte que ni los poetas y artistas hubiesen podido
plasmar. Se apartó de ella para volver a entrar con la misma fuerza y se
rompió, sintiendo el impacto del orgasmo como nunca lo había sentido antes.
Lily quedó inerte debajo de él, suspirando, buscando aire. Por un momento,
pensó que se había dormido y se sintió más feliz que nunca mientras estudiaba
su rostro. Podría haber estado mirándola para siempre.
Lily sintió a Lagan levantarse
de la cama ella gimió en señal de protesta hasta que sintió la gran mano
del hombre acariciar un lado de su
cara.
—Ssshhh, mi amor, estaré de
vuelta — Fiel a su palabra, Lagan volvió en un momento. Lily abrió los ojos
cuando sintió algo húmedo pasar entre sus piernas. Su rostro enrojeció cuando se dio cuenta que
Lagan la estaba limpiando.
—Nadie nunca había hecho eso
antes por mí —susurró Lily.
—Es mi deber y mi derecho a
cuidar de ti y velar por todas tus necesidades—Lily ladeó la cabeza.
—¿Tu deber y tu derecho? ¿Qué
significa eso? —
—Significa mi amor, que eres
mía ahora, te reclamé. Como tal, tengo el deber de velar por tu salud y
seguridad. También es mi derecho como tu pareja. Nadie puede tocarte,
alimentarte o cuidar de ti, excepto yo, a menos que tengan mi permiso—
—Me suena como si fuera tu
posesión o esclava— ella se tensó, no podía ser verdad, no quería pasar por eso
de nuevo.
—No, amor —Lagan rio —Tú
definitivamente no eres mi esclava—
—Entonces, ¿qué soy yo? —
—Mi pareja. ¿Qué más necesitas
saber, además de eso? Sólo asegúrate de que ningún otro hombre te toque, si
dejan su aroma en ti, los mataré. —Lagan
arrojó el paño hacia una pequeña puerta y se dio la vuelta y subió a la cama,
inmediatamente estaba envuelto a su alrededor
—¿Esto también funciona en
ambos sentidos? — pregunto vacilante —Digo… si nadie puede tocarme, entonces a
ti…—
—Soy tuyo— interrumpió Lagan
—Solo soy tuyo, eres mi única, jamás deseare a ninguna otra mujer— Lily sonrió.
—También es mi deber cuidar de
ti— susurro, el sueño apoderándose de ella.
—No deseo otra cosa compañera,
duerme ahora mi Lily, hablaremos después de todo esto —ella quería protestar,
tenían que hablar ahora… pero un bostezo le impido hablar, decidiendo que
podría esperar unos minutos más cerro los ojos y feliz se rindió ante el sueño.
***
—¿En serio esto es Covenant? —
pregunto Lily, ella iba directo a la ducha, pero no pudo evitar detenerse a
apreciar la vista desde la ventana, estaba en un segundo piso, pero todo a su
alrededor estaba rodeado por árboles y verde jardín. Ni siquiera en un parque
público conseguías ver esto. Era como si ahora todo esto apenas se estaba
procesando en su mente.
—Si mi amor— respondió Lagan
llegando a su lado y abrazándola por la cintura —Covenant es hermoso y muy
extenso, estamos al norte de la muralla, pero a la menor oportunidad haremos un
recorrido para que lo conozcas todo, por lo general no tengo mucho tiempo
libre, pero por mi compañera creo que tengo que cambiar algunas cosas— chillo
cuando Lagan la levanto en brazos y la llevo directo al cuarto de baño.
—¿Por qué no tienes tiempo
libre? — pregunto, Lagan la había dejado encima del lavabo y se acercó a abrir
las llaves de la ducha. Él sonrió mientras comenzaba a quitarse la bata, se
lamió los labios, esta sí que era una gran vista. Lagan estaba tratando de
distraerla, y no podía permitirlo, quería conocerlo mejor, así que se obligó a
mirarlo a la cara. Sus ojos dorados brillaban. —¿Y bien? — insistió.
—Soy el líder de mi pueblo, así
que tengo muchas responsabilidades, habito más en el edificio administrativo
que en nuestra casa— Lagan explico como si estuvieran hablando del tiempo, Lily
casi se cae del mostrador al escuchar eso <<otro político no por favor>>
—¿Eres el jefe aquí? — Lagan
debió de sentir su ansiedad porque al instante él estaba a su lado, sosteniendo
sus manos para tranquilizarla, funcionaba, cada que el la tocaba, Lily se
sentía segura y protegida.
—El sistema de gobierno o
administración de Covenant, consiste en un líder y un concejo formado por cinco
miembros, yo básicamente soy la cara y representación de mi gente— Lily iba a
decir algo, pero cambio de idea, apretó los labios e intento sonreír.
—Creo que debemos entrar en la
ducha— el cuarto estaba comenzando a llenarse de vapor y Lily comenzaba a
sentir calor, Lagan entre cerro los ojos, él presentía que algo le estaba
ocultando, pero aun así asintió, la ayudo a bajar del lavabo y le quito la
bata. Lagan decidió que tendría que tener paciencia con ella. sabía que a ella
le costaría más trabajo adaptarse a todo esto.
Lily gimió cuando sintió el
chorro de agua caliente en su cuerpo, era maravilloso, hacia tanto tiempo que
no disfrutaba de un baño de agua caliente, cuanto Thomas lo decidía podían
recibir un baño era de agua fría y de tan solo dos minutos para no desperdiciar
el vital líquido.
—En que piensas— sintió las
manos de Lagan en su cabello, <<Si,
esto es el paraíso>> pensó mientras él le enjabonaba el cabello.
—¿Qué se espera de mí? —
pregunto —Ahora que soy tu… compañera ¿Puedo trabajar? —
—Puedes hacer lo que quieras—
respondió —Cada miembro dentro del pacto aporta algo a nuestro pueblo, aunque
no hayas hecho el juramento todavía, eres miembro del pacto por tan solo ser mi
compañera, así que solo tienes que decidir qué quieres hacer— escucho el sonido
de su voz —Yo por mi parte deseo que siempre estés a mi lado, pero supongo que
serias demasiada distracción para mí— Lily abrió los ojos y se giró hacia él,
Lagan era una tentación, Lagan desnudo era un bocado difícil de resistir, Lagan
desnudo y mojado era una dura prueba a sus resistencias. Pero tenía que
controlarse.
—¿Qué pacto? — pregunto, Lagan
ahora pasaba sus manos enjabonadas por su cuerpo, Lily se vio haciendo lo mismo
en un auto reflejo, deseaba tocarlo y esta era la mejor oportunidad que tenía.
—¿Conoces la historia de cómo
surgió Covenant? —
—Mi abuela me contaba historias
sobre ustedes, decía que al final de la guerra decidieron quedarse juntos y que
crearon Covenant bajo nuevas leyes— Lagan asintió.
—Covenant es un pacto sagrado,
cada miembro de aquel entonces firmo el convenio de lealtad tanto a Covenant
como a nuestro pueblo, después de eso, cuando cada criatura mágica tiene la
edad para comprender lo que esto conlleva, tiene que hacer un juramento y
firmar el pacto—
—¿Alguien no ha querido firmar
ese pacto alguna vez? — Lagan frunció el ceño como si jamás hubiera considerado
esa pregunta.
—Muchos ansían ese día, es una
ceremonia considerado un día fiesta, es un momento especial que cualquiera
espera que suceda—
—¿Yo tengo que firmarlo? —
Lagan asintió.
—Eres mi compañera, ahora eres
miembro de nuestro pueblo, aunque eres humana se te otorgaran los mismos
derechos y obligaciones que a cualquiera de nosotros, y se espera que firmes el
pacto, es una mera formalidad, pero tendrás más aceptación de mi pueblo si lo
haces—
—¿Y si no quiero firmarlo? —
Lily jadeo al sentir en su corazón el dolor proveniente de Lagan, él le había
dicho que podrían sentir los sentimientos del otro. No le había creído hasta
ahora, tal vez no había sido su intención, pero lo había herido. —¿Lagan…? —
—Debemos salir ya— dijo él,
cerrando las llaves del agua, en ningún momento la miró mientras le ayudaba a
salir de la ducha y la envolvía en una esponjosa toalla, esto sí que era nuevo,
cada que Lily hacia enojar a Thomas, podía esperar una golpiza, ahora Lagan
estaba molesto, pero aun así se preocupaba por ella.
—Solo era una pregunta Lagan—
trato de explicar mientras Lagan la llevaba de la mano hacia la habitación. Por
fin él la miró a los ojos.
—No sé qué sucedería si no firmaras,
todo esto es nuevo para mí también— explico él — Pero jamás te obligare a hacer
algo que no deseas— A pesar de su dolor, podía ver la sinceridad en sus ojos,
Lagan decía la verdad, jamás la obligaría. Él la apoyaría fuera cual fuese su
decisión.
—¿Y qué crees que dirá tu gente
sobre eso? —
—Mi prioridad es mi compañera,
mi lealtad siempre será primero para ti, todos saben que la unión de pareja es
sagrada, y si no están de acuerdo que la mujer de su líder no esté en el pacto…entonces
tal vez deberán comenzar a buscar a un nuevo líder— ¡Oh Dios! Los ojos de Lily
se llenaron de lágrimas.
—No puedo pedirte que hagas
eso—
—No necesitas pedirme nada,
siempre haré lo que sea que tu necesites, tanto si me lo pides como si no,
estamos juntos en esto, nos pertenecemos— Lagan estaba de pie, frente a ella, y
la luz del sol que entraba por la ventana iluminaba su excitado cuerpo. No podía
creerlo. ¿Todo eso era suyo? —Soy tuyo, Lily— dijo él, como si hubiera leído
sus pensamientos. Ella enterró la cara en su pecho, respirando su aroma. Lily
tenía un nudo en la garganta que le impedía hablar, así que decidió demostrarle
que, aunque no procesaba todo lo ocurrió él le importaba. Demasiado para su
propia cordura.
Lily le hizo el amor, era su
turno y no se dio prisa, al contrario, se tomó su tiempo. Y luego, cuando pensó
que ya no le quedaba nada, Lagan le demostró que no era así. Y durante las
siguientes horas siguió demostrándoselo. Lily no dejaba de preguntarse si
aquello era real. Pero lo era. Su intimidad era cada vez más profunda.
En el lapso de tiempo que no
estaban amándose, Lagan le abría su corazón, hablándole de su trabajo, de su
pueblo, de cada criatura mágica que habitaba aquí. Y se sentía tan feliz que la
asustaba, en muchas ocasiones estuvo a punto de hablarle de Thomas, pero se
arrepentía en el último segundo, tarde o temprano muy en su interior sabía que
todo terminaría, el destino nunca dejaba que ella fuera tan feliz y siempre
conspiraba para romper esa felicidad. Así que deseaba aprovechar estas horas y
guardarlas profundamente en su memoria antes de que el sueño terminara.
Muy bien escrita en espera de mañana
ResponderEliminarAdoro todo lo que escribes... No puedo esperar a que sea mañana..
ResponderEliminarme encanta la historia, me he enganchado de tal manera que espero impaciente al sigiente capitulo.
ResponderEliminarHermoso muy hermoso
ResponderEliminarDulce..dulce lagan😍
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