viernes, 30 de junio de 2017

LAGAN 5


5



Lily sonrió mientras veía el sueño de Lagan. Comparo su rostro con el rostro del demonio con el que se encontró la primera vez, admitía que era como mirar el día y la noche, pero ahora que podía apreciar los detalles de mejor manera, Lily se dio cuenta que Lagan tanto en su forma humana o demonio tenía facciones duras, había algo feroz en él. Algo que les advertía a todos que él estaba al mando aquí.  Lagan era apuesto, seguía siendo tan grande y tan robusto y bien construido, pero al menos ya no tenía las garras o los dientes o cuernos y las orejas puntiagudas.

Estaba acurrucada al lado de Lagan, él la mantenía sujeta fuertemente con sus brazos a su alrededor, incluso en su sueño cada vez que Lily trataba de moverse, los brazos la apretaban. Lily pensó que iba a estar aquí por un tiempo o por lo menos hasta que el hombre se despertara, lo cual le daba tiempo para pensar.
Lily todavía no estaba segura de todo lo que había pasado, tenía cientos de preguntas, ellos tenían que hablar de muchas cosas, pero no se arrepentía de lo que había pasado, se había permitido un acto de locura, nada comparado a lo que alguna vez logro intentar en toda su patética vida. Tal vez no conociera a Lagan de nada, pero de una cosa estaba segura, sabía que el hombre era fuerte, poderoso y posesivo como el infierno. Si alguien podía mantenerla a salvo de Thomas, era Lagan.
Cuando se escapó de Thomas ella no había aspirado más que a poder trabajar para comer y mantenerse oculta de él, en cambio ahora estaba en la cama con un hombre extremadamente sobre protector, apuesto y sexy que le había hecho el amor tan apasionadamente como nunca nadie lo había hecho. Se sonrojo al pensar que deseaba volver hacerlo.
Lily abrió la boca y miró hacia abajo, cuando Lagan hizo un pequeño ruido gruñendo y luego empujó más cerca su nariz de su cuerpo. Lily frunció el ceño.  ¿Estaba Lagan tratando de olfatearla?  Era extraño e incómodo, no le extrañaría que Lagan arrugara la nariz en ese momento, Lily necesitaba un baño con urgencia. Lagan hurgó durante unos minutos, presionando la nariz cada vez más cerca.
—Lagan…— rio cuando su nariz le hizo cosquillas.
—No necesitas un baño amor, hueles exquisitamente—
—¡Mentiroso! — Lily grito cuando fue levantada de repente en el aire y fue puesta sobre el cuerpo de Lagan.  Cayó con las manos y las rodillas a ambos lados del gran cuerpo de Lagan.  Todo el aire de los pulmones de Lily se precipitó fuera mientras miraba hacia abajo entre su cuerpo y el de Lagan y vio al hombre sonriendo hacia ella.
—Yo jamás miento, eso sería deshonroso— dijo con falsa molestia —Eres mi Lily, mi Lilium, hueles exquisito— entonces Lily se dio cuenta de una cosa, que ella había pensado que necesitaba un baño porque apestaba… había pensado.  ¿Cómo Lagan…?
Lagan buscó sus labios, él podía sentir la ansiedad de ella, aunque siempre respetaba los pensamientos de los demás, con ella le estaba resultando imposible, ya que ella misma empuja esos pensamientos hacia él y aunque pudiera no quería bloquearlos, quería conocer a su compañera y que ella lo conociera, tenía que enseñarle a manejar este don tan maravilloso que les había sido otorgado por la Madre Naturaleza. El poderse comunicar solo entre ellos sería especial… pero no era en una conversación en la cual quisiera introducirse ahora mismo, a Lily le queda un largo camino por delante, no sabía ni siquiera el diez por ciento de lo que significaba ser la compañera de un balrog, mucho menos la compañera del líder de Covenant. Ahora mismo no quería romper su burbuja de felicidad. Por tradición, los balrogs se tomaban un periodo de veinticuatro horas para poder disfrutar de su apareamiento y pensaba aprovecharlas. Una compañera era un regalo que nunca había creído merecer y que jamás pensó encontrar en su camino.
Lagan los hizo girar rápidamente para quedar encima de su mujer, recorrió su cuerpo y sus labios con su lengua y sus dientes, los gemidos de Lily le indicaban dónde tenia tocar para atormentarla. El deseo llegaba a un punto crítico, deseaba poseerla con tanta fuerza, pero quería que esto fuera especial para ella, estas veinticuatro horas sellaría un pacto de por vida para ellos y no podía permitir que fuera menos que perfecto para su compañera.
Se apiadó de ella, y de sí mismo, mientras apartaba las sabanas, luego se apartó para mirar a su mujer. La vista era lo mejor que había visto jamás.
—Eres tan hermosa—musitó, con voz ronca —Eres increíble, y me vuelves loco— Lily levantó los brazos, en demanda, en súplica, y Lagan tiró de ella.
—Lagan— él acarició los perfectos globos de sus túrgidos pechos, pellizcando los rosados pezones y ella le recompensaba cada tirón, cada caricia, con un gemido. Y cuando deslizó la mano hacia abajo para ponerla sobre su feminidad, la oyó gritar. Allí era donde se unían, donde la invadía, donde ella recibía su semilla y si eran bendecidos por la madre naturaleza la transformaba en la magia de la vida <<otra cosa de la que también tenemos que hablar>>. Lagan tuvo que tragar saliva. Había esperado… Había soñado tanto poder tener una familia. No podía creer que tuviera tanta suerte. Con el paso de los años los acoplamientos verdaderos habían disminuido. Había matrimonio entre parejas, pero no eran verdaderos compañeros, era más un sentimiento de amor el que los unía, rara vez había hijos productos de esa unión. A lo largo de su vida, Lagan había tenido sexo con varias mujeres, jamás surgió el amor entre ellos y mucho menos habían concebido un hijo. Ahora la divina providencia le había sonreído, no solo se estaba enamorando de esta mujer… sino que su unión era verdadera.
Lily gimió y Lagan dejó escapar un gruñido mientras introducía dos dedos en la humedad satinada de sus exquisitos pliegues, abriéndolos, excitándose aún más con su aroma, con la evidencia de su deseo.
—Lagan por favor… —
—Deja que te dé placer, que te prepare. Aunque no puedo esperar mucho tiempo mi amor— Lagan se oyó a sí mismo rugiendo como una bestia cuando su pulgar encontró el capullo escondido. Apenas la había tocado cuando gritó su nombre, deshaciéndose entre sus brazos. Pero él seguía moviendo los dedos, acariciándola por dentro y por fuera, chupando sus pezones hasta que sintió que se cerraba sobre sus dedos de nuevo, el demonio que había dentro de él enloquecía por su sabor, por su olor. Lily intentó cerrar las piernas, sus ojos humedecidos y cautivadores.
—Lagan… te necesito—
—No, aún no. Llevo demasiado tiempo hambriento de ti. Demasiado tiempo— al menos era lo que sentía ya que ni siquiera habían pasado un par de horas desde que la había reclamado la primera vez, ella asintió, en silencio, sus mejillas ardiendo mientras se abría para él. Lagan se arrodilló ante ella, la sangre escapando de su cabeza para concentrarse en su miembro. Apretando los dientes, se colocó las piernas de Lily sobre los hombros, llenando sus manos con las firmes y sedosas nalgas.
—Mírame mientras te doy placer— ordeno, Lily se apoyó en los codos, empujando las caderas hacia arriba para poner sus labios femeninos contra los de él.
—Una belleza así debería estar prohibida —murmuró Lagan, llevándola al borde del precipicio mientras escuchaba la música de sus gemidos. Aquello era erotismo, intimidad y plenitud. Dudaba que algún día se cansara de esto, renunciando a su banquete, Lagan volvió a colocarse sobre ella aplastándola contra el colchón, marcando sus labios con un beso para que saboreara su propio placer.
Lagan sintió que perdía la cabeza. No quedaba nada de él más que la necesidad de ceder, de enterrarse en ella por fin. Y lo hizo, colocando la punta de su miembro en la entrada, estimulándola, bañándose en su néctar, conteniéndose para no empujar.
Lily gimió, arqueándose hacia él para estar más cerca, y Lagan se rindió del todo mientras se enterraba profundamente en ella. Parecían hechos el uno para el otro, como si fuera imposible encontrar una mujer que se ajustase tan perfectamente como ella. Lagan la acarició, vacilante cuando su rostro se convulsionó en una mezcla de éxtasis y agonía. Se perdió dentro de ella, profundizando sus embestidas.
—¡Sí! — Su grito de bienvenida hizo que empujase con más fuerza, sintiéndola temblar debajo de él, oyendo sus gemidos y sus incoherentes palabras. Parecía brillar de placer, cada centímetro de su cuerpo una obra de arte que ni los poetas y artistas hubiesen podido plasmar. Se apartó de ella para volver a entrar con la misma fuerza y se rompió, sintiendo el impacto del orgasmo como nunca lo había sentido antes. Lily quedó inerte debajo de él, suspirando, buscando aire. Por un momento, pensó que se había dormido y se sintió más feliz que nunca mientras estudiaba su rostro. Podría haber estado mirándola para siempre.
Lily sintió a Lagan levantarse de la cama ella gimió en señal de protesta hasta que sintió la gran mano del   hombre acariciar un lado de su cara.
—Ssshhh, mi amor, estaré de vuelta — Fiel a su palabra, Lagan volvió en un momento. Lily abrió los ojos cuando sintió algo húmedo pasar entre sus piernas.  Su rostro enrojeció cuando se dio cuenta que Lagan la estaba limpiando.
—Nadie nunca había hecho eso antes por mí —susurró Lily.
—Es mi deber y mi derecho a cuidar de ti y velar por todas tus necesidades—Lily ladeó la cabeza.
—¿Tu deber y tu derecho? ¿Qué significa eso? —
—Significa mi amor, que eres mía ahora, te reclamé. Como tal, tengo el deber de velar por tu salud y seguridad. También es mi derecho como tu pareja. Nadie puede tocarte, alimentarte o cuidar de ti, excepto yo, a menos que tengan mi permiso—
—Me suena como si fuera tu posesión o esclava— ella se tensó, no podía ser verdad, no quería pasar por eso de nuevo.
—No, amor —Lagan rio —Tú definitivamente no eres mi esclava—
—Entonces, ¿qué soy yo? —
—Mi pareja. ¿Qué más necesitas saber, además de eso? Sólo asegúrate de que ningún otro hombre te toque, si dejan su aroma en ti, los mataré.  —Lagan arrojó el paño hacia una pequeña puerta y se dio la vuelta y subió a la cama, inmediatamente estaba envuelto a su alrededor
—¿Esto también funciona en ambos sentidos? — pregunto vacilante —Digo… si nadie puede tocarme, entonces a ti…—
—Soy tuyo— interrumpió Lagan —Solo soy tuyo, eres mi única, jamás deseare a ninguna otra mujer— Lily sonrió.
—También es mi deber cuidar de ti— susurro, el sueño apoderándose de ella.
—No deseo otra cosa compañera, duerme ahora mi Lily, hablaremos después de todo esto —ella quería protestar, tenían que hablar ahora… pero un bostezo le impido hablar, decidiendo que podría esperar unos minutos más cerro los ojos y feliz se rindió ante el sueño.

***

—¿En serio esto es Covenant? — pregunto Lily, ella iba directo a la ducha, pero no pudo evitar detenerse a apreciar la vista desde la ventana, estaba en un segundo piso, pero todo a su alrededor estaba rodeado por árboles y verde jardín. Ni siquiera en un parque público conseguías ver esto. Era como si ahora todo esto apenas se estaba procesando en su mente.
—Si mi amor— respondió Lagan llegando a su lado y abrazándola por la cintura —Covenant es hermoso y muy extenso, estamos al norte de la muralla, pero a la menor oportunidad haremos un recorrido para que lo conozcas todo, por lo general no tengo mucho tiempo libre, pero por mi compañera creo que tengo que cambiar algunas cosas— chillo cuando Lagan la levanto en brazos y la llevo directo al cuarto de baño.
—¿Por qué no tienes tiempo libre? — pregunto, Lagan la había dejado encima del lavabo y se acercó a abrir las llaves de la ducha. Él sonrió mientras comenzaba a quitarse la bata, se lamió los labios, esta sí que era una gran vista. Lagan estaba tratando de distraerla, y no podía permitirlo, quería conocerlo mejor, así que se obligó a mirarlo a la cara. Sus ojos dorados brillaban. —¿Y bien? — insistió.
—Soy el líder de mi pueblo, así que tengo muchas responsabilidades, habito más en el edificio administrativo que en nuestra casa— Lagan explico como si estuvieran hablando del tiempo, Lily casi se cae del mostrador al escuchar eso <<otro político no por favor>>
—¿Eres el jefe aquí? — Lagan debió de sentir su ansiedad porque al instante él estaba a su lado, sosteniendo sus manos para tranquilizarla, funcionaba, cada que el la tocaba, Lily se sentía segura y protegida.
—El sistema de gobierno o administración de Covenant, consiste en un líder y un concejo formado por cinco miembros, yo básicamente soy la cara y representación de mi gente— Lily iba a decir algo, pero cambio de idea, apretó los labios e intento sonreír.
—Creo que debemos entrar en la ducha— el cuarto estaba comenzando a llenarse de vapor y Lily comenzaba a sentir calor, Lagan entre cerro los ojos, él presentía que algo le estaba ocultando, pero aun así asintió, la ayudo a bajar del lavabo y le quito la bata. Lagan decidió que tendría que tener paciencia con ella. sabía que a ella le costaría más trabajo adaptarse a todo esto.
Lily gimió cuando sintió el chorro de agua caliente en su cuerpo, era maravilloso, hacia tanto tiempo que no disfrutaba de un baño de agua caliente, cuanto Thomas lo decidía podían recibir un baño era de agua fría y de tan solo dos minutos para no desperdiciar el vital líquido.
—En que piensas— sintió las manos de Lagan en su cabello, <<Si, esto es el paraíso>> pensó mientras él le enjabonaba el cabello.
—¿Qué se espera de mí? — pregunto —Ahora que soy tu… compañera ¿Puedo trabajar? —
—Puedes hacer lo que quieras— respondió —Cada miembro dentro del pacto aporta algo a nuestro pueblo, aunque no hayas hecho el juramento todavía, eres miembro del pacto por tan solo ser mi compañera, así que solo tienes que decidir qué quieres hacer— escucho el sonido de su voz —Yo por mi parte deseo que siempre estés a mi lado, pero supongo que serias demasiada distracción para mí— Lily abrió los ojos y se giró hacia él, Lagan era una tentación, Lagan desnudo era un bocado difícil de resistir, Lagan desnudo y mojado era una dura prueba a sus resistencias. Pero tenía que controlarse.
—¿Qué pacto? — pregunto, Lagan ahora pasaba sus manos enjabonadas por su cuerpo, Lily se vio haciendo lo mismo en un auto reflejo, deseaba tocarlo y esta era la mejor oportunidad que tenía.
—¿Conoces la historia de cómo surgió Covenant? —
—Mi abuela me contaba historias sobre ustedes, decía que al final de la guerra decidieron quedarse juntos y que crearon Covenant bajo nuevas leyes— Lagan asintió.
—Covenant es un pacto sagrado, cada miembro de aquel entonces firmo el convenio de lealtad tanto a Covenant como a nuestro pueblo, después de eso, cuando cada criatura mágica tiene la edad para comprender lo que esto conlleva, tiene que hacer un juramento y firmar el pacto—
—¿Alguien no ha querido firmar ese pacto alguna vez? — Lagan frunció el ceño como si jamás hubiera considerado esa pregunta.
—Muchos ansían ese día, es una ceremonia considerado un día fiesta, es un momento especial que cualquiera espera que suceda—
—¿Yo tengo que firmarlo? — Lagan asintió.
—Eres mi compañera, ahora eres miembro de nuestro pueblo, aunque eres humana se te otorgaran los mismos derechos y obligaciones que a cualquiera de nosotros, y se espera que firmes el pacto, es una mera formalidad, pero tendrás más aceptación de mi pueblo si lo haces—
—¿Y si no quiero firmarlo? — Lily jadeo al sentir en su corazón el dolor proveniente de Lagan, él le había dicho que podrían sentir los sentimientos del otro. No le había creído hasta ahora, tal vez no había sido su intención, pero lo había herido. —¿Lagan…? —
—Debemos salir ya— dijo él, cerrando las llaves del agua, en ningún momento la miró mientras le ayudaba a salir de la ducha y la envolvía en una esponjosa toalla, esto sí que era nuevo, cada que Lily hacia enojar a Thomas, podía esperar una golpiza, ahora Lagan estaba molesto, pero aun así se preocupaba por ella.
—Solo era una pregunta Lagan— trato de explicar mientras Lagan la llevaba de la mano hacia la habitación. Por fin él la miró a los ojos.
—No sé qué sucedería si no firmaras, todo esto es nuevo para mí también— explico él — Pero jamás te obligare a hacer algo que no deseas— A pesar de su dolor, podía ver la sinceridad en sus ojos, Lagan decía la verdad, jamás la obligaría. Él la apoyaría fuera cual fuese su decisión.
—¿Y qué crees que dirá tu gente sobre eso? —
—Mi prioridad es mi compañera, mi lealtad siempre será primero para ti, todos saben que la unión de pareja es sagrada, y si no están de acuerdo que la mujer de su líder no esté en el pacto…entonces tal vez deberán comenzar a buscar a un nuevo líder— ¡Oh Dios! Los ojos de Lily se llenaron de lágrimas.
—No puedo pedirte que hagas eso—
—No necesitas pedirme nada, siempre haré lo que sea que tu necesites, tanto si me lo pides como si no, estamos juntos en esto, nos pertenecemos— Lagan estaba de pie, frente a ella, y la luz del sol que entraba por la ventana iluminaba su excitado cuerpo. No podía creerlo. ¿Todo eso era suyo? —Soy tuyo, Lily— dijo él, como si hubiera leído sus pensamientos. Ella enterró la cara en su pecho, respirando su aroma. Lily tenía un nudo en la garganta que le impedía hablar, así que decidió demostrarle que, aunque no procesaba todo lo ocurrió él le importaba. Demasiado para su propia cordura.
Lily le hizo el amor, era su turno y no se dio prisa, al contrario, se tomó su tiempo. Y luego, cuando pensó que ya no le quedaba nada, Lagan le demostró que no era así. Y durante las siguientes horas siguió demostrándoselo. Lily no dejaba de preguntarse si aquello era real. Pero lo era. Su intimidad era cada vez más profunda.

En el lapso de tiempo que no estaban amándose, Lagan le abría su corazón, hablándole de su trabajo, de su pueblo, de cada criatura mágica que habitaba aquí. Y se sentía tan feliz que la asustaba, en muchas ocasiones estuvo a punto de hablarle de Thomas, pero se arrepentía en el último segundo, tarde o temprano muy en su interior sabía que todo terminaría, el destino nunca dejaba que ella fuera tan feliz y siempre conspiraba para romper esa felicidad. Así que deseaba aprovechar estas horas y guardarlas profundamente en su memoria antes de que el sueño terminara. 

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